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La genética bíblica
1. La Genética Bíblica. Jacob, las Varas y las Ovejas.
Ya hemos visto que la Biblia tiene historias verdaderamente extrañas: historias absurdas
como la burra de Balaam; o quizá grotescas como la historia del huésped carnicero; o
totalmente surrealistas como los Zombies de Mateo. ¡Hay tantas!
El día de hoy vamos a revisar una que no sabría como calificarla ¿tonta? ¿estúpida?
¿Ingenua? O simplemente otra equivocación más de la Biblia.
Leamos los versículos involucrados:
Genesis 30,25-43
30:25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán:
Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.
30:26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir;
pues tú sabes los servicios que te he hecho.
30:27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he
experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.
30:28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.
30:29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado
conmigo.
2. 30:30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te
ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?
30:31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí
esto, volveré a apacentar tus ovejas.
30:32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y
salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de
color entre las cabras; y esto será mi salario.
30:33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi
salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre
mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.
30:34 Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices.
30:35 Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las
cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y
todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos.
30:36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas
de Labán.
30:37 Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó
en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
30:38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los
abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando
venían a beber.
30:39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados
y salpicados de diversos colores.
30:40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo
que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas
de Labán.
30:41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob
ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista
de las varas.
30:42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles
para Labán, y las más fuertes para Jacob.
30:43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y
camellos y asnos.
3. Jacob había ofrecido trabajar para Laban siete años para estar casado con Raquel (Si
quieren enterarse de la historia completa hay que leer desde un poco antes) Sin
embargo, durante la noche de bodas, Labán cambió a las hijas y le dio a Lea. En la luz
del día siguiente, Jacob descubrió la sustitución, pero Labán no ofrecería a Jacob a
Raquel como su esposa a menos que él consintiera en trabajar otros siete años para él.
Después de que los segundos siete años fueron completados, Jacob pidió que se le
permitiera marcharse, pero Labán no quiso que él se marchara, ya que Jacob había
aumentado enormemente los hatos y manadas de Labán. Labán le ofreció a Jacob tomar
a algunos de sus animales, y entonces Jacob eligió los manchados y rayados para él.
Hasta aquí todo bien… pero…
En su afán de lograr riqueza con rapidez (y prácticamente robando a Labán) a Jacob se
le ocurre una idea que hubiese maravillado a nuestros modernos Genetistas: toma unas
varas y le corta la corteza de manera que deja expuesto lo blanco interno de las varas
de modo que parezcan rayadas, y las coloca delante de los bebederos de agua de las
ovejas. Las ovejas que se aparean delante de estas varas tienen crías con rayas, y las que
no, tienen sus crías de color oscuro normal; Y ocurría que cuantas veces se hallaban en
celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los
abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. Pero cuando venían las ovejas
más débiles no las ponía; así eran las más débiles para Labán y las más fuertes para
Jacob.
¿Qué se puede decir de una historia tan alucinante como esta?
¿Se puede alterar la genética de los animales con solo tener delante una vara de árbol
cortada? ¡Claro que no! Eso lo sabe cualquiera; creo que ni siquiera en esa época tan
arcaica donde los conocimientos de ganadería eran rudimentarios se les ocurriría
semejante idea.
4. Amigo Creyente Cristiano, es muy fácil comprobar si la Biblia miente en este caso: lo
ideal sería que consiguiese algunas parejas de ovejas oscuras (como la de la historia)
pero lamentablemente la gestación en estos animales dura 5 meses, por lo tanto
búsquese unos animales cuyo periodo gestante sea menor, como los ratones (20 días) y
colóquelos en dos jaulas. Ponga frente a una jaula con ratones algunas varas cortadas
tal y como lo describe el Génesis y deje la otra jaula sin nada como un control del
experimento. Entonces espere a que se apareen y tengan las primeras crías. Según la
Santa Biblia los ratones que se aparearon frente a las varas deben tener crías rayadas,
mientras que los otros deben ser crías iguales a sus padres. Incluso le doy ventaja… si lo
desea y para hacer más probable el éxito del experimento, le doy la opción de que rece
y le pida a Dios que le ayude a que las varas tengan efecto.
Imagino que usted pensará que esto del experimento es una estupidez… y no se
equivoca ¡Claro que es una estupidez! La genética no funciona así. Hay leyes biológicas
muy bien establecidas que un mismo Monje ayudó a descubrirlas: Gregor Mendel.
No entiendo el mensaje que pretende dejar el escritor de esta historieta. Porque no solo
leemos la locura de la varas y las ovejas; sino que vemos con estupor lo desvergonzado
y tramposo que es un personaje bíblico mayor como lo es Jacob, el cual incluso se
llamará después “Israel” ¿Cómo es posible que el pueblo elegido de Dios tuviese un
fundador tan deshonesto como lo fue Jacob? Tan es así, que más adelante leemos que
Jacob debe huir de la furia de Laban al enterarse de que había algo “extraño” con su
ganado.
Claro, por supuesto que los Cristianos al leer esta disparatada y divertida historia
recurren a todo tipo de interpretación o excusa para poder medianamente justificarla.
Veamos un par de ellas:
Los Ateos afirman que la Biblia dice que haciendo esto realmente produciría más
animales que han cambiado la genética. Sin embargo, lo que ellos dejan de mencionar
es que la Biblia claramente declara en los versículos siguientes que la razón del
aumento de animales rayados y manchados es debido a un milagro de Dios.
Dios hizo que los animales tuvieran un cambio genético, aunque Jacob pensara que era
debido a su pequeña broma de poner las varas rayadas delante de donde los animales
aparearon. Como tal, este es un ejemplo de algo sobrenatural más bien que un
acontecimiento natural.
¡Vaya explicación! Con la excusa de que todo lo increíblemente absurdo que sale en la
Biblia es sencillamente un “Milagro” los Cristianos tienen prácticamente resueltos todos
los entredichos de su sagrado libro.
Los cristianos somos las ovejas pintadas, listadas y manchadas por el pecado, pero para
Dios somos verdaderamente blancos, por la sangre de su Hijo en la Cruz, y este
evangelio, o buena noticia de su obra redentora, es para toda alma de toda nación y
5. cultura. Las ovejas que somos, el pueblo y la esposa de Dios, por la obra que nuestro
Señor ha hecho por nosotros, dando su vida, vuelca nuestros corazones en amor por Él
en la celebración de la Santa Cena, una cena que comenzó con once hombres, a los
cuales el Señor lavó los pies, los cuales fueron esparcidos y no siguieron a su lado
cuando fue llevado, y de los cuales Pedro, el cual lleva el nombre que representa al
Cristiano, la piedra, la fe, el cual se avergonzó también de nuestro amado, pero el cual
luego sirvió como los otros, como nosotros, como los últimos que estemos vivos cuando
Él venga en aquél gran día, una nación de ovejas de Jacob, manchadas, salpicadas, de
color, listadas. La nación de los que reconocemos lo que somos y la necesidad que
tenemos del Señor, pues todos son de la misma forma, pero muchos, los que no creen
en Cristo, se consideran blancos, por su propia justicia.
Esta excusa no la voy ni a intentar rebatir. Es casi tan cómica y divertida como la
historia de las ovejitas y los palitos.
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Para terminar amigos lectores Cristianos, nunca está de más repetir: “No tiene nada de
malo cuestionarnos nuestras creencias”;el decir que esa historia Bíblica no tiene sentido
o que es una locura, es algo que debería ser no solo aceptable sino también necesario.
Nadie debería juzgarlos simplemente por pensar con sentido común y con lógica. Si
existe un Dios, no debería ver con malos ojos sus dudas y vacilaciones.