La guerra civil española comenzó en 1936 cuando varios generales se sublevaron contra el gobierno republicano, dividiendo a España en dos bandos. La guerra se internacionalizó rápidamente con apoyo de Alemania e Italia para los nacionalistas y de la Unión Soviética y brigadas internacionales para los republicanos. Después de varias batallas clave como la de Madrid y el Ebro, los nacionalistas tomaron el control de toda España para 1939, poniendo fin al conflicto.