En 1958, México realizó su primera incursión en el uso de computadoras digitales al adquirir una IBM-6501 para la UNAM, marcando el inicio de la computación en el país. En las décadas siguientes, otras instituciones como el IPN y el ITESM también adquirieron computadoras. A finales de los 70, la UNAM desarrolló la primera computadora diseñada en México llamada AHR, aunque los planes para continuar su desarrollo se cancelaron.