1. Proverbios: 6
16 Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre
inocente,
18 El corazón que maquina pensamientos
inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
19 El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre
hermanos.
2. Proverbios: 11
El peso falso es abominación a Jehová;
Mas la pesa cabal le agrada.
2 Cuando viene la soberbia, viene
también la deshonra;
Mas con los humildes está la sabiduría.
Proverbios: 13
10 Ciertamente la soberbia concebirá
contienda;
Mas con los avisados está la sabiduría.
3. Proverbios: 16
16 Mejor es adquirir sabiduría que oro
preciado;
Y adquirir inteligencia vale más que la
plata.
17 El camino de los rectos se aparta del mal;
Su vida guarda el que guarda su camino.
18 Antes del quebrantamiento es la
soberbia,
Y antes de la caída la altivez de espíritu.
19 Mejor es humillar el espíritu con los
humildes
Que repartir despojos con los soberbios.
6. Proverbios: 6
16 Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre
inocente,
18 El corazón que maquina pensamientos
inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
19 El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre
hermanos.
7. Resultan en extremo desagradables.
Aborrecer = Heb, sa-né; Tiene el
sentido de desagradar intensamente,
de sentir aversión intensa, es un
sentido de hostilidad abierta.
Dios está totalmente en contra de esta
clase de conductas en las personas
8. Abominar = Heb, toebá (tobaiba);
algo que es repugnante, que es una
asquerosidad, que causa horror y
asco en otro; algo que es
detestable.
10. Comienza en primer lugar con un
pecado muy común:
LA ALTIVEZ, SOBERBIA U ORGULLO
Prov. 17 Los ojos altivos
11. Altivos = Heb, rum; estar elevado,
elevarse o levantarse. Hacer
alarde, altivo, enaltecer,
enorgullecer.
El orgullo es visto como un gran mal
porque se trata de pretender
alcanzar grandeza y gloria que
solamente le pertenece a Dios.
12. Ezequiel 28:11-19
11 Vino a mí palabra de Jehová,
diciendo:
12 Hijo de hombre, levanta endechas
sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha
dicho Jehová el Señor: Tú eras el
sello de la perfección, lleno de
sabiduría, y acabado de hermosura.
13. 13 En Edén, en el huerto de Dios
estuviste; de toda piedra preciosa
era tu vestidura; de cornerina,
topacio, jaspe, crisólito, berilo y
ónice; de zafiro, carbunclo,
esmeralda y oro; los primores de tus
tamboriles y flautas estuvieron
preparados para ti en el día de tu
creación.
14. 14 Tú, querubín grande, protector, yo
te puse en el santo monte de Dios,
allí estuviste; en medio de las
piedras de fuego te paseabas.
15 Perfecto eras en todos tus
caminos desde el día que fuiste
creado, hasta que se halló en ti
maldad.
15. 16 A causa de la multitud de tus
contrataciones fuiste lleno de iniquidad,
y pecaste; por lo que yo te eché del
monte de Dios, y te arrojé de entre las
piedras del fuego, oh querubín
protector.
17 Se enalteció tu corazón a causa de tu
hermosura, corrompiste tu sabiduría a
causa de tu esplendor; yo te arrojaré por
tierra; delante de los reyes te pondré
para que miren en ti.
16. 18 Con la multitud de tus maldades y con
la iniquidad de tus contrataciones
profanaste tu santuario; yo, pues, saqué
fuego de en medio de ti, el cual te
consumió, y te puse en ceniza sobre la
tierra a los ojos de todos los que te
miran.
19 Todos los que te conocieron de entre
los pueblos se maravillarán sobre ti;
espanto serás, y para siempre dejarás de
ser.
17. Isaías 14:12-15
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo
de la mañana! Cortado fuiste por tierra,
tú que debilitabas a las naciones.
13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al
cielo; en lo alto, junto a las estrellas de
Dios, levantaré mi trono, y en el monte
del testimonio me sentaré, a los lados
del norte;
18. 14 sobre las alturas de las nubes
subiré, y seré semejante al
Altísimo.
15 Mas tú derribado eres hasta el
Seol, a los lados del abismo.
19. Un corazón orgullos, se
vuelve altanero, se vuelve
grosero con su trato para
con los demás, no solo con
sus acciones, sino con sus
palabras, con sus
actitudes, y es altamente
humillante con otros.
20.
21. Lucas 18:10-14
10 Dos hombres subieron al templo a
orar: uno era fariseo, y el otro
publicano.
11 El fariseo, puesto en pie, oraba
consigo mismo de esta manera: Dios, te
doy gracias porque no soy como los otros
hombres, ladrones, injustos, adúlteros,
ni aun como este publicano;
12 ayuno dos veces a la semana, doy
diezmos de todo lo que gano.
22. 13 Mas el publicano, estando lejos,
no quería ni aun alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: Dios, sé propicio a
mí, pecador.
14 Os digo que este descendió a su
casa justificado antes que el otro;
porque cualquiera que se enaltece,
será humillado; y el que se humilla
será enaltecido.