Ana vivía en un mundo oscuro dominado por la maldad y la guerra. Ella podía predecir el futuro y advirtió que dos continentes iban a entrar en guerra por el poder, y uno iba a desaparecer. Aunque le advirtió a su madre y a un periódico, nadie le creyó. Su predicción se hizo realidad cuando América y Asia entraron en guerra. A pesar de que su madre seguía sin creerle, Ana nunca perdió la esperanza de poder salvar al mundo.