Muchas veces hemos ido a nuestra querida tierra y cuando hemos solicitado un caldo de fiesta, locro de cuy, pari, o pachamanca, era imposible. Lo mismo ocurre cuando deseas oir un huayno típico interpretado por una orquesta típica con arpa y violín. Ni que decir si a tu retorno quieres volver con algún recuerdo del héroe máximo Luís Pardo o del símbolo Yerupajá. No hay sombreros, bufandas ni ponchos tal cual él se vestía. Ni fotos, gorras, o polos con fondo de los nevados o lagunas o cataratas. Igual cosa ocurre en la fiesta del 30 de agosto, cuando quieres llevarte la vestimenta de las pallas, capitán, inca o rumiñahui.