María Montessori desarrolló un método educativo basado en el respeto, la libertad y la promoción de la independencia del niño. Su método se divide en cinco áreas, incluyendo el área de vida práctica, que se enfoca en desarrollar hábitos de buena conducta y ejercicios motores finos a través de tareas como verter líquidos y granos. El área también busca cultivar las relaciones sociales y la coordinación motriz del niño.