El documento describe el surgimiento de una nueva visión del cuerpo y los ejercicios físicos en el siglo XIX. Se comenzó a ver al cuerpo como un motor que podía medirse y optimizarse, y los ejercicios se utilizaron para aumentar la productividad de los cuerpos. La gimnasia se instrumentó y reestructuró para transformar los cuerpos en máquinas de rendimiento mediante el uso de ejercicios localizados y secuenciados. Esto llevó a una nueva concepción mecanicista del cuerpo