La protagonista Emma regresa después de muchos años a la mansión Stanwick donde vivió de niña con sus padres. Al explorar la mansión encuentra objetos de su pasado y escucha risas y gritos misteriosos. Explora el sótano y encuentra una cocina sucia con un cráneo. Se desmaya y tiene una visión de sus padres felices. Luego camina por un pasillo oscuro guiada por una figura negra que la lleva a una habitación vacía, donde ve a sus padres que le dicen que la extrañan.