La máquina de vapor ha evolucionado desde su invención original. Primero se utilizó la expansión simple, pero luego se descubrió que se podía usar el vapor expulsado de un cilindro para accionar otro cilindro de baja presión, mejorando la eficiencia. En 1854 se usó la primera máquina de expansión doble, y en 1873 la primera de expansión triple con mayor capacidad. James Watt mejoró la máquina de vapor haciéndola más eficiente y potente, impulsando la revolución industrial.