La marihuana puede causar efectos psicológicos como euforia y alteraciones en la percepción, así como efectos físicos como aumento de la frecuencia cardíaca y problemas pulmonares. Su consumo regular puede afectar negativamente las habilidades cognitivas y de aprendizaje. Aunque la marihuana se usa a veces para fines terapéuticos, también puede generar dependencia y traer consecuencias negativas a largo plazo como oportunidades perdidas y problemas en las relaciones.
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La marihuana, efectos, adicción, usos y patologias
1. La marihuana. Efectos y adicción.
La marihuana se considera una droga alucinógena; es decir, con la capacidad
para alterar la percepción. Sus ingredientes activos proceden de las resinas de
una planta llamada Cannabis Sativa. Las hojas de esta planta se secan y se
fuman, y la resina puede extraerse y concentrarse para producir otros tipos de
sustancias, como hachís o aceite de hachís. No es raro que se le añadan diversos
tipos de adulterantes.
Los efectos de la marihuana
El efecto que tiene la marihuana sobre el cerebro no se conoce con claridad. En
parte, esto se debe a que el cannabis contiene muchos componentes diferentes
que son activos de un modo u otro. Se cree que el principal componente activo es
el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol). Sin embargo, los consumidores de
marihuana afirman que el THC por sí solo no tiene el mismo efecto que la
sustancia natural.
En general, la marihuana produce una sensación de relajación general, una ligera
euforia, y distorsiona el sentido del tiempo.
Disminución del funcionamiento intelectual. La mayoría de los receptores de
cannabinoides se encuentran en zonas del cerebro relacionadas con el placer, la
memoria, el pensamiento, la concentración, la percepción sensorial y del tiempo y
la coordinación de movimientos. Por este motivo, el consumo de marihuana causa
problemas para pensar y solucionar problemas, distorsiona las percepciones y
afecta la memoria y la capacidad de aprendizaje. Estos efectos pueden
permanecer durante días o semanas después de de haberla consumido. Por tanto,
las personas que consumen marihuana a diario pueden tener un funcionamiento
intelectual disminuido durante todo el día. Por este motivo, se ha asociado con el
fracaso escolar.
2. El efecto negativo del consumo crónico de la marihuana sobre la memoria y el
aprendizaje puede continuar aun después de haber desparecido los efectos
negativos y puede persistir por muchos años si el consumo de marihuana
comienza en la adolescencia. El consumo regular de la marihuana por
adolescentes puede tener un impacto negativo de larga duración sobre la
estructura y la función cerebral.
Un amplio estudio longitudinal mostró que las personas que comenzaron a fumar
grandes cantidades de marihuana en la adolescencia habían perdido hasta 8
puntos en su cociente intelectual entre los 13 y los 38 años de edad y a pesar de
haber dejado de fumar marihuana como adultos, no lograron recuperar estas
habilidades cognitivas perdidas.
Trastornos psicológicos. Se ha encontrado una asociación entre el consumo de
marihuana y otros problemas de salud mentales, como depresión, ansiedad,
pensamientos suicidas entre los adolescentes y trastornos de personalidad e
incluso falta de motivación para participar en actividades normalmente
gratificantes. No obstante, es necesario realizar más investigaciones para
confirmar y entender mejor esta asociación.
Disminución de la capacidad para conducir vehículos. La marihuana afecta a una
serie de habilidades necesarias para conducir, como estado de alerta, tiempo de
reacción, coordinación de movimientos y concentración, de manera que aumenta
la probabilidad de tener accidentes de tráfico.
Síntomas físicos. A nivel físico puede producir aumento de la frecuencia cardíaca,
boca seca, problemas de coordinación y tiempo de reacción más lento. Puede
causar palpitaciones y arritmias.
Poco después de fumar marihuana, la frecuencia cardiaca aumenta entre un 20 y
un 100 por ciento, pudiendo durar hasta 3 horas. El riesgo de tener un ataque al
corazón es de 4,8 veces mayor durante la primera hora después de haber fumado
marihuana.
3. Pulmones. El consumo de marihuana afecta también a los pulmones. El humo de
la marihuana contiene entre un 50 y un 70 por ciento más de carcinógenos que el
humo del tabaco. El fumador habitual puede tener tos crónica con flema y una
mayor frecuencia de enfermedades respiratorias e infecciones pulmonares.
Adicción a otras drogas. Los consumidores de marihuana suelen usarla junto con
otras drogas como alcohol o cocaína. Algunos autores consideran que la
marihuana puede facilitar la adicción a otras sustancias, aunque es un tema que
no está bien estudiado. Sin embargo, sí es cierto que muchas personas
comienzan experimentando con marihuana para pasar después a utilizar cocaína
u opiáceos.
Reacción psicótica. Cuando se consume en dosis altas puede producir
alucinaciones, paranoia y pánico o ansiedad.
Consumo durante el embarazo
El consumo de marihuana durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de
problemas de comportamiento en el bebé. Dado que el THC y otros compuestos
de la marihuana imitan sustancias químicas parecidas a los cannabinoides de
nuestro cuerpo, el consumo de marihuana durante el embarazo puede alterar el
desarrollo del sistema en docannabinoide en el cerebro del feto. Esto puede
causar problemas de atención, memoria y resolución de problemas en los hijos de
estas mujeres.
Efectos a largo plazo
La marihuana suele empeorar los problemas que ya tiene en su vida la persona
que la consume. La alteración del estado de ánimo que ocasiona esta droga
permite a los consumidores evadir la realidad y evitar afrontar sus problemas, y
cuanto más eviten afrontar la realidad, más problemas se van sumando en sus
vidas.
4. No es raro que las personas que están recuperándose de la adicción a la
marihuana tengan que lamentar oportunidades perdidas, pérdida de productividad
en el trabajo, abstinencia laboral, problemas en sus relaciones o incluso relaciones
rotas.
Potencial adictivo
Existe una gran controversia respecto al potencial adictivo de la marihuana. En un
principio, se pensó que no era adictiva porque no hay un síndrome de abstinencia
observable. Pero con el paso del tiempo, las mejoras en el cultivo de esta planta
han hecho que sea bastante más potente que en el pasado, pudiendo producirse
un síndrome de abstinencia con ansiedad, insomnio, irritabilidad, disminución del
apetito y deseos de marihuana. Estos síntomas suelen comenzar al día siguiente
de haber dejado la droga, llegando a su punto máximo dos o tres días después y
disminuyen una o dos semanas después de haberla consumido por última vez.
Dado que la marihuana desaparece lentamente del cuerpo, el síndrome de
abstinencia no es marcado.
Usos terapéuticos
La marihuana suele utilizarse en casos de glaucoma, puesto que disminuye la
presión ocular, ayuda a contrarrestar las náuseas producidas por la quimioterapia
y se ha utilizado también para manejar el dolor, como relajante muscular y como
tranquilizante. Existen productos farmacéuticos derivados de esta planta, como el
Marinol, que se usa para las náuseas y como estimulante del apetito.
No obstante, los efectos negativos que se describen más arriba se producen
también en los casos en los que se consume de modo terapéutico.