La música influye enormemente en el estado de ánimo de las personas. Los diferentes géneros musicales se corresponden con diferentes estados de ánimo, como la tristeza, alegría o ganas de bailar. Elementos como el tiempo, ritmo, armonía y tonalidad influyen directamente en la conducta humana. La música tiene propiedades físicas, psicológicas y sociales que relajan, mejoran la coordinación y facilitan la comunicación.