La música se ha incorporado al cine desde sus inicios como un elemento importante para crear sentimientos y acentuar atmósferas en las películas. Componer una partitura musical para el cine requiere sensibilidad y talento para interiorizar las emociones que el director quiere provocar en diferentes momentos de la película. La banda sonora debe reforzar las intenciones de cada secuencia a través de orquestaciones, ritmos o incluso silencios.