La computación en la nube permite ofrecer servicios de computación a través de Internet, permitiendo almacenar información de forma remota que no se puede borrar. Entre sus ventajas se encuentran la prestación de servicios a nivel mundial, implementaciones más rápidas, actualizaciones automáticas y un uso más eficiente de la energía, mientras que entre sus desventajas están la interdependencia con los proveedores y la posible falta de disponibilidad de servicios especializados.