El documento define la oración como una comunicación sincera y voluntaria con Dios para alabarlo, darle gracias, pedirle cosas que nos convienen y escucharlo. Explica que debemos orar con humildad, atención, confianza y perseverancia, tanto mental como vocalmente, principalmente para pedir la gloria de Dios, su reino, el perdón de pecados y la salvación eterna. También incluye algunas oraciones comunes como el Padre Nuestro, Ave María y Credo.