Este documento discute los peligros de la pereza y la importancia del trabajo desde una perspectiva bíblica. Resalta que Dios creó al hombre para que trabajara la tierra, y que el trabajo es una forma de imitar a Dios y recibir sus bendiciones. Advierte que la pereza puede conducir a la pobreza, frustración de metas y descuido de responsabilidades. Exhorta a no postergar el trabajo y aprovechar las oportunidades que se presentan.