La Biblia dice que la pereza es pecado y advierte en contra de ella. Los Proverbios describen a la persona perezosa como alguien que odia trabajar, da excusas para no hacerlo y cree ser sabio aunque es un tonto. La pereza lleva al empobrecimiento. Para los cristianos, la pereza viola el propósito de Dios de hacer buenas obras, aunque Él les da fuerza para vencerla.