La Primera Guerra Mundial creó nuevos roles para las mujeres al asumir trabajos y responsabilidades antes reservados solo para hombres debido a la escasez de mano de obra masculina en el frente. Esto tuvo consecuencias económicas, políticas y sociales significativas, incluida la participación de más de 1,3 millones de mujeres en el esfuerzo de guerra y el fortalecimiento del movimiento feminista para lograr el derecho al voto y la igualdad.