La sociedad griega antigua estuvo dominada por las polis, ciudades-estado autónomas que surgieron en el siglo VIII a.C. Cada polis tenía su propia identidad política, religiosa, administrativa y militar. Atenas se destacó por establecer la primera democracia, donde todos los ciudadanos tenían derecho a hablar y ser juzgados por igual ante la ley. Sin embargo, continuas disputas entre las polis llevaron al declive de la civilización griega.