La tabla Ouija se originó en el siglo XIX como un juego de salón para comunicarse con espíritus. Se desliza una pieza sobre un tablero con letras y números para formar mensajes de los espíritus invocados. Su propósito es invocar espíritus del más allá para que revelen secretos y respondan preguntas. Sin embargo, puede tener consecuencias negativas como problemas mentales e incluso la muerte.