Una tarjeta gráfica procesa los datos de la CPU y los convierte en imágenes en un dispositivo de salida como una pantalla. Las primeras tarjetas gráficas solo mostraban texto, mientras que las posteriores agregaron gráficos de baja y alta resolución. Para instalar una tarjeta gráfica, se debe desconectar la PC, quitar la tarjeta anterior, insertar la nueva, instalar los controladores y reiniciar para configurar la resolución y otros ajustes.