El documento describe la voluntad como la facultad humana para enfrentar los condicionamientos internos y externos. Explica que la voluntad requiere un aprendizaje gradual a través de la repetición de actos donde se superan obstáculos. También destaca la importancia de adquirir hábitos positivos mediante la repetición de conductas para fortalecer la voluntad.
2. La fuerza de la voluntad es mecanismo
humano para enfrentar el condicionamiento
a que lo someten los instintos, la razón, la
costumbre, los hábitos y sus propios deseos.
La voluntad necesita un aprendizaje gradual,
que se consigue con la repetición de actos en
donde uno se vence, lucha y si cae, vuelve a
empezar
3. FALTA DE VOLUNTAD.
• Es frecuente encontrar personas a los que les
cuesta iniciar un proyecto o terminar una
obra. Eligen las tareas más sencillas y evitan
las complicadas, hacen lo que les brinda
placer y difieren las que deben realizar, no
pueden orientar la voluntad, actúan en
sentido diferente al recomendable o de mala
gana, por obligación, falta de ética, etc.
4. Mientras que el instinto es ciego y la
razón intelectual sólo muestra el
camino paralizando el curso del
pensamiento, la inteligencia emocional
se encarga de motorizar la acción. El
deseo influye sobre la voluntad, y
cuando es muy grande hace pequeño
al obstáculo.
• Buena voluntad.
• La voluntad es la facultad de ubicarse por
encima de las dificultades privilegiando
la intención y el querer. Es la puesta en
acto del aspecto consciente de la
decisión de alcanzar el objetivo
controlando a todos los factores
condicionantes.
5.
6. • A esto se llama en psicología hábito. Dicho en
otros términos: hay que adquirir hábitos
positivos mediante la repetición de conductas,
de forma deportiva y alegre, que van
inclinando la balanza hacia comportamientos
mejores, más maduros y que, a la larga, se
agradecerán, pero que, en las primeras
etapas, cuestan mucho trabajo, puesto que la
voluntad está aún en estado primario, sin
dominar.
7. • Mientras que el instinto es ciego y la razón
intelectual sólo muestra el camino paralizando el
curso del pensamiento, la inteligencia emocional
se encarga de motorizar la acción. El deseo
influye sobre la voluntad, y cuando es muy
grande hace pequeño al obstáculo.
• Los mejores deseos se relacionan con la buena
voluntad y con el propósito o misión del
individuo, es el querer de veras. En cambio, el
deseo por un interés pasajero, si prevalece sobre
el interés genuino, puede generar una batalla
entre la buena y la mala voluntad.
8. Fuerza de voluntad.
• En consecuencia la voluntad esta asediada en
un campo de fuerzas contradictorias. La
capacidad de concentración es la que mide el
resultado evaluando si la mente es capaz de
mantener la atención durante un período
determinado controlando los desvíos. La
concentración es la voluntad aplicada, es el
medio, y el querer es el fin. La vida nos somete a
este test continuamente. Para que la fuerza de la
voluntad sea alta la energía nace del
autoconocimiento y de aprender a ser.
9. • Si la rutina hace olvidar el propósito,
trabajamos sin voluntad y sin saber por qué,
se apodera de la conciencia y se olvidan los
verdaderos motivos.
• La válvula de escape es observar cuando la
atención se atasca, y la voluntad decae. La
mejor estrategia es volver al resultado
esperado, alinear el foco de atención con la
asignación de importancia.
10. Pensar o vagar.
• El proceso mental puede ser mecánico o dirigido
desde yo quiero, es decir vagar o pensar. La
mente es por naturaleza vagabunda, salta de un
lado hacia el otro sin causa aparente. Debemos
ejercer sobre ella un control mental. Pensar es
anticiparse, buscar en una dirección.
• Son 3 etapas: 1) decidir a qué atender, 2)
moverse mediante la voluntad de un concepto a
otro, 3) inspeccionarlos, relacionarlos, viajar a
través de ellos.
11. • El éxito de cualquier asociación de ideas depende de la
elección de la segunda, ya que la voluntad le indica el
camino al pensamiento. Debemos intervenir para no
dejar que un accidente psicológico nos aleje del
pensamiento eficaz. En un accidente de tránsito, según
lo que se quiera ver, el pensamiento cambia. La
víctima, el abogado, el mecánico, el médico, el policía,
verán aspectos diferentes. Y a medida que avancen se
alejarán de pensamiento de los demás. Los estímulos
compiten por atraer la atención, pero la voluntad, es el
imán que debe atrapar la atención. Sin interés, los
pensamientos carecen de hilo conductor. La
concentración es el triunfo de quien conoce su
destino y crea la senda que lo conduce a él.
•
12. Gimnasia de la voluntad.
• La concentración tiene un punto de partida y otro de
llegada. Para entrenarte elije al azar: parte de cualquier
A y llega a cualquier B. Lo importante es que sea lo
interno lo que provoque lo externo. Para eso hay que
tener un yo quiero posible, un querer de verdad y
concentrado, ocuparse en lugar de preocuparse. A
mayor ocupación menor distracción. Antes de iniciar
una tarea tómate el tiempo para comunicarte con tu
mente profunda y reloj en mano. El paso previo a la
acción es la relajación, tomar conciencia del recorrido y
de lo que falta. La demostración del yo quiero es el
resultado.
13.
14. La acción.
• El que tiene un porque puede superar cualquier cómo.
El poder que es querer con eficacia, equilibra el deseo
con la acción para alcanzar lo que se desea. Cuando la
voluntad no la dirige, la atención es dirigida por el
pasado, el medio ambiente o por terceros. Cuándo
alguien se confunde, conviene preguntarle qué es
importante y luego qué es importante de eso. De esta
manera, restituimos el propósito y la
autodeterminación. El truco es colocar la atención en
el resultado esperado. Reafirmando lo expresado: hay
que alinear nuestro foco de atención con la asignación
de importancia. Querer es la palabra más usada pero
el querer eficaz se nutre de ciertos procesos:
15. • 1) Superar la abstracción del querer con una formulación concreta de los
fines y los medios.
• 2) Salir del quisiera con un quiero emocional enamorado de la idea.
Darle a la idea el calor de la pasión, porque a idea clara, emoción
potente. Puede el que cree que puede.
• 3) Motivar el querer rodeándolo de posibilidades de realización
atractivas y realizables.
• 4) Sincerar el querer observando si se quiere de verdad, sin
autoengaños.
• 5) Ejecutar la decisión con eficiencia, controlar los resultados.
• La visualización creativa del objetivo, apoyada con fórmulas verbales
precisas y repasos de los motivos, controlando la sinceridad de los
mismos; potencia el resultado de los planes y de las acciones. La
condición es darse cuenta de lo que pasa es decir prestar atención.
16.
17. sembrar un hábito.
• El hábito de la habilidad enseña a hacer, el de la
actitud es el de la inteligencia emocional que trae las
ganas de hacer, la iniciativa o empezar de inmediato, el
colocar el ideal en la mente y en el corazón
y perseverar en el logro.
• La mente es como el campo, produce lo que en ella se
siembra. Relacionar el objetivo con otros y con
quienes puedan ayudar a realizarlo, produce la
sinergia, creer que es posible hace que la fe mueva
montañas, y la idea debe ser como el faro que ilumina
la voluntad.
18. • La idea es el objetivo, el cuerpo es el barco, el
que dirige es el timón de la voluntad, el
motor son las emociones. Para lograr la
formación del hábito hay que estimularlo
en la memoria y darle prioridad. Comprar uno
mismo la idea, quererla, planearla,
ejecutarla y controlarla. La actitud importa
tanto como la aptitud, hay que actuar como si
se hubiese alcanzado el logro. El experimento,
la gimnasia mental antes de la acción, son
claves.
19. • Para adquirir un hábito la voluntad debe
lanzarse de lleno: no admitir excepciones,
empezar de inmediato, realizar una gimnasia
diaria.
• La efectividad en todas las áreas de la vida se
alcanza cuando aplicamos el equilibrio entre
nuestra capacidad de Producción y la
Producción realizada.