Este documento resume las contribuciones de Sigmund Freud y Kurt Lewin a la psicología social. En el caso de Freud, se destaca su concepto de la libido y su aplicación al estudio de las masas, así como su hipótesis de la frustración-agresión. En cuanto a Lewin, se enfatiza su teoría de campos y la idea de que la conducta depende de la interacción persona-ambiente, además de su énfasis en el papel del grupo y su método de investigación-acción.
1. Dra. Juana E. Suárez Conejero
Lectura comentada
Fragmentos tomados de:
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La psicología social en
Sigmund Freud y Lewin
2. Sigmund Freud
1856-1939 – Viena – Imperio austro-húngaro
Ocupa un lugar central en el desarrollo de las ciencias sociales del siglo XX.
Sus primeros trabajos se encontraban asociados al estudio de las neurosis
histéricas.
El biologicismo que subyace en toda la teoría; el carácter clínico de su
psicología y sus aplicaciones a la psicopatología; sus postulados sobre la
naturaleza pulsional de la persona, junto con su reducción de lo social a su fun-
ción represora de las pulsiones, han hecho que su posible aportación a la
psicología social haya sido muy cuestionada.
La influencia del psicoanálisis en la psicología social ha sido de carácter
indirecto.
3. Sigmund Freud – la líbido y las masas
Para Freud el ser humano es una criatura contradictoria, en lucha consigo
misma, que se ve obligada a renunciar a las satisfacciones más profundas para
vivir en sociedad.
El trata de aplicar al esclarecimiento de la psicología colectiva, el concepto de la
libido.
Libido es un término perteneciente a la teoría de la afectividad.
“Designamos con él la energía -considerada como magnitud cuantitativa,
aunque por ahora no mensurable- de los instintos relacionados con todo aquello
susceptible de ser comprendido bajo el concepto de amor.”
4. Sigmund Freud – la líbido y las masas
Freud esboza la hipótesis de que en la esencia del alma colectiva existen
también relaciones amorosas (o lazos afectivos).
Para ello se apoya en dos ideas:
“Primeramente, la de que la masa tiene que hallarse mantenida en cohesión por
algún poder. ¿Y a qué poder resulta factible atribuir tal función sino es al Eros
que mantiene la cohesión de todo lo existente?
En segundo lugar, la de que cuando el individuo englobado en la masa renuncia
a lo que le es personal y se deja sugestionar por los otros, experimentamos la
impresión de que lo hace por sentir en él la necesidad de hallarse de acuerdo
con ellos y no en oposición a ellos, esto es, por «amor a los demás.“
5. Sigmund Freud – la morfología de las masas
Para Freud una simple reunión de hombres no constituye una masa aunque en
toda reunión de hombres surge muy fácilmente la tendencia a la formación de
masa psicológica.
Mientras que la formación colectiva se mantiene, los individuos se comportan
como cortados por el mismo patrón; toleran todas las particularidades de los
otros, se consideran iguales a ellos y no experimentan el menor sentimiento de
aversión.
6. Sigmund Freud – la morfología de las masas
Freud considera que existen diversas variedades de masas, y direcciones muy
divergentes e incluso opuestas en su formación y constitución.
Para él existen:
multitudes efímeras y duraderas;
homogéneas (compuestas de individuos semejantes), y no homogéneas;
naturales o necesitadas de una coerción exterior;
que carecen de directores y las que los directores las poseen;
Etc.
7. Sigmund Freud – la sicología de las masas
Cada individuo forma parte de varias masas, se halla ligado, por identificación,
en muy diversos sentidos, y ha construído su ideal del Yo conforme a los más
diferentes modelos.
Participa así, de muchas almas colectivas, las de su raza, su clase social, su
comunidad confesional, su estado, etcétera, y puede, además, elevarse hasta
un cierto grado de originalidad e independencia.
8. Sigmund Freud – la Iglesia y el ejército
La Iglesia y el Ejército son masas artificiales, masas sobre las que actúa una
coerción exterior encaminada a preservarlas de la disolución y a evitar
modificaciones de su estructura.
En general, no depende de la voluntad del individuo entrar o no a formar parte
de ellas, y una vez dentro, la separación se halla sujeta a determinadas
condiciones cuyo incumplimiento es rigurosamente castigado.
Freud estudia la iglesia y el ejército porque considera que “esas multitudes,
altamente organizadas y protegidas en la forma indicada, contra la
disgregación, revelan determinadas particularidades que en otras se mantienen
ocultas o disimuladas.”
9. Sigmund Freud – la Iglesia y el ejército
“En la Iglesia -y habrá de sernos muy ventajoso tomar como nuestra la Iglesia
católica- y en el Ejército, reina, cualesquiera que sean sus diferencias en otros
aspectos, una misma ilusión: la ilusión de la presencia visible o invisible de un
jefe (Cristo, en la iglesia católica, y el general en jefe en el Ejército), que ama
con igual amor a todos los miembros de la colectividad. De esta ilusión depende
todo, y su desvanecimiento traería consigo la disgregación de la Iglesia o del
Ejército, en la medida en que la coerción exterior lo permitiese.”
10. Sigmund Freud - - la hipótesis de la frustración-agresión.
Freud postula que cuando la persona se encuentra frustrada, es decir, cuando
se le impide el logro en la satisfacción de un deseo, el resultado será la
manifestación de hostilidad hacia el agente que ha provocado la frustración.
La expresión de la agresividad tiene una función catártica, ya que la persona se
libera de una tensión que, de otro modo, podría ser dirigida contra ella misma.
A esto se le llama la hipótesis de la frustración-agresión.
11. Sigmund Freud - la hipótesis de la frustración-agresión.
Esta hipótesis postula "que la aparición de una conducta agresiva siempre
presupone la existencia de frustración y, a la inversa, que la existencia de
frustración siempre lleva a alguna forma de agresión".
La hipótesis tiene un carácter universal e implica una doble afirmación.
Por una parte, se afirma que el factor que desencadena el comportamiento
agresivo es siempre un estado de frustración.
Por otra parte, se mantiene que la agresión es la única respuesta posible ante
un estado de frustración.
12. Kurt Lewin
1890-1947
Alemán
Es conocido por su Teoría de campos.
El campo es la totalidad de hechos coexistentes que se conciben como mutua-
mente interdependientes, y que facilitan:
a) entender la conducta como una función dentro del conjunto de hechos que
componen el campo en un momento dado;
b) comenzar su análisis considerando la situación como totalidad, de la que
luego pueden diferenciarse sus partes; y
c) representar a través de constructos topológicos el espacio vital donde se
desarrolla la conducta.
13. Kurt Lewin – Teoría de campos
El postulado central de la teoría del campo es que la conducta es función de la
interacción entre la persona y el ambiente, las dos partes integrantes del
espacio vital. Esto es expresado mediante la fórmula:
Conducta = f (Persona, Ambiente)
14. Kurt Lewin – Teoría de campos
Para Lewin el nivel de aspiración determina la elección de metas y el tipo de
comportamientos desarrollados para su consecución.
El grado de dificultad escogido para la consecución de una meta está asociado,
según Lewin, a las experiencias de éxito y fracaso presentes y pasadas y al
nivel de aspiración.
En el caso de las experiencias de éxito o fracaso, éstas dependen del nivel de
ejecución exigible según un marco de referencia para el individuo, como son,
por ejemplo, los estándares del grupo al que pertenece.
Las personas intentarán evitar los sentimientos de fracaso, con lo que una de
las alternativas posibles cuando no se ha conseguido una meta es cambiar de
marco de referencia.
15. Kurt Lewin – Teoría de campos
Entre los factores que determinan el nivel de aspiración individual están la
competencia o habilidad adquirida y las normas del grupo.
Las personas escogen sus metas de acuerdo con la probabilidad de éxito o
fracaso y la valencia o importancia asignada a dicha probabilidad.
Un estudiante, por ejemplo, tendrá un nivel de aspiración que variará de
acuerdo a sus éxitos presentes y pasados en relación con los estándares de la
clase a la que pertenece, a su nivel de competencia, y al atractivo de la meta
que pretende conseguir.
16. Kurt Lewin – El papel del grupo
El concepto de grupo es el que sirvió de puente a Lewin para pasar de la
psicología individual a la Psicología Social.
El grupo no se define por la proximidad o similitud de sus miembros, sino por
las relaciones de interdependencia entre los mismos.
Esta forma de concebir el grupo, le permite reconocer las propiedades
emergentes del mismo, con lo que introduce conceptos como el de atmósfera
de grupo o clima de grupo.
La idea es que el cambio de actitudes es más intenso y duradero cuando se
tiene en cuenta al grupo y no al individuo de forma aislada.
17. Kurt Lewin – El papel del grupo
Surge así la concepción de la dinámica de grupos, una de sus principales
aportaciones a la Psicología Social. En la dinámica de grupos resaltan dos
procesos:
1) La interdependencia de destino: el grupo no se consolida por las similitudes
de sus miembros sino por considerar que el destino de cada cual depende del
destino del grupo como totalidad. La situación de los judíos en 1939, es uno de
los ejemplos que da Kurt Lewin para indicar que no son las similitudes o
diferencias entre sus miembros el factor que determina la constitución de un
grupo, sino el destino común compartido como judíos el que hacía que como
tales formasen un grupo.
2) La interdependencia de tareas: un factor más fuerte que el anterior es la
dependencia mutua para llevar a cabo una tarea o un propósito, lo cual
consolida y une poderosamente al grupo.
18. Kurt Lewin – La investigación acción
Kurt Lewin nunca desligó su contribución teórica de la resolución de problemas
sociales relevantes de su época.
Su contribución a la Psicología Social aplicada se plasmó en su concepto de
acción investigación.
Se trata, en opinión de Lewin, de vincular la investigación a la acción social. La
investigación que sólo produce libros, nos dirá, no es suficiente.