Jacobo Shemaria concuerda que las empresas son protagonistas en la sociedad y no pueden permanecer ajenas a ella, ya que están formadas por personas y deben comprometerse no solo con sus propios intereses sino también con sus accionistas, empleados, clientes, proveedores y la sociedad en general, fomentando valores como la ética y la solidaridad para contribuir al bien común. Concluye invitando a formar una sociedad verdadera comunidad donde las empresas promuevan la unidad hacia el bienestar de todos.