Las vanguardias artísticas del siglo XX surgieron en Europa como respuesta a la crisis del arte figurativo dominante desde el Renacimiento y buscaron nuevos lenguajes para el arte moderno rompiendo con el academicismo. Los movimientos vanguardistas como el fauvismo, expresionismo y surrealismo influyeron en los artistas para afirmar el valor subjetivo de la pintura, destruir la perspectiva renacentista y hacer concebir un mundo donde el tiempo y el espacio cambiaban; además, las vanguardias pretendían acabar con un arte elitista y