Este documento discute la importancia de tener un propósito claro al predicar. Explica que un predicador frustrado es aquel que no sabe a dónde va o qué mensaje desea transmitir. Luego clasifica seis propósitos comunes de la predicación: evangelístico, doctrinal, devocional, de consagración, ético-moral y dar aliento. Finalmente, proporciona algunas preguntas para ayudar a determinar el propósito de un sermón.