Los medios de comunicación han adquirido un gran poder e influencia en la sociedad actual. Han construido nuevas credibilidades basadas en el rating, ya que la gente confía menos en los partidos políticos, las instituciones públicas y la iglesia. La televisión ha conquistado avances importantes pero también oculta problemas sociales y moldea la personalidad de los mexicanos sin permitir suficiente participación ciudadana.