La ley prohíbe tirar desperdicios sólidos en lugares públicos como calles, parques y playas, y establece sanciones como multas o prisión de 2 a 10 días para infractores. También requiere que los ciudadanos mantengan limpio el frente de sus casas y que los municipios realicen campañas de educación sobre el manejo adecuado de la basura.