Este documento describe los primeros antecedentes históricos del petróleo en Bolivia y Sudamérica, así como las primeras concesiones petroleras en el país. Culturas precolombinas como los aztecas, quechuas y chiquitanos ya utilizaban sustancias similares al petróleo con fines medicinales. Los españoles transportaron muestras de esta sustancia a Europa en el siglo XVI. Las primeras perforaciones comerciales de pozos petroleros se realizaron en Estados Unidos a mediados del siglo XIX, dando inicio a la ind
ACERTIJO DE CARRERA OLÍMPICA DE SUMA DE LABERINTOS. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
Libro parte-1
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Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos Corporación
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YPFB Corporación
Producción general
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Antonio Castaños Medrano
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Marzo 2012
2. CONTENIDO
YPFB Corporación, 75 años de aporte al desarrollo nacional 7
CAPÍTULO I
EL PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 15
Concesiones y especulación 21
Fraude y traición de la Standard Oil 25
La Guerra del Chaco y los intereses transnacionales 32
La generación nacionalista de la post guerra 38
La fundación de YPFB 41
LA PRIMERA NACIONALIZACIÓN 46
Contraofensiva transnacional 52
La misión Bohan 58
El apoyo nacionalista militar 68
La Refinería Gualberto Villarroel 71
La ”revolución movimientista” 74
El Código Davenport 82
Incursión de la Gulf Oil 86
Situación crítica de YPFB 88
LA SEGUNDA NACIONALIZACIÓN 90
Día de la dignidad nacional 100
Cuantiosas pérdidas para la Gulf 102
Nacionalización respaldada por diferentes sectores 106
Régimen de la Ley General de Hidrocarburos 113
Hiperinflación, déficit fiscal y recesión 117
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3. Del 21060 a la capitalización/privatización 120
Jaime Paz y la nueva Ley de Hidrocarburos 122
Goni, el gas y su ”plan de todos” 127
El desmantelamiento de YPFB 131
El acuerdo gasífero con Brasil 133
Exportación de gas a la Argentina 137
Banzer y ”Tuto” cierran la capitalización 139
Nefasto retorno 143
La guerra del gas y ”octubre negro” 149
Carlos Mesa y el referéndum del gas 156
La promulgación de la Ley de Hidrocarburos 3058 161
Incumplimiento a la aplicación de la ley 163
LA TERCERA NACIONALIZACIÓN DE LOS HIDROCARBUROS EN BOLIVIA 164
Argentina, un nuevo aliado para el gas 175
Contratos de operación con el Estado boliviano 177
CAPÍTULO 2
RESULTADOS EFECTIVOS DEL PROCESO
DE LA NACIONALIZACIÓN CONTEMPORÁNEA 189
La Nacionalización el hecho político más legítimo 191
Dominio y control sobre los hidrocarburos bolivianos 193
La apropiación del excedente económico 194
La reactivación de YPFB 200
Patrimonio y utilidades de la estatal petrolera 204
Empresas subsidiarias con mayores utilidades 206
La evolución de las inversiones 209
Crédito del Banco Central de Bolivia 212
El aporte de YPFB a Bolivia 214
El cénit de la producción de gas 220
Desarrollo de campos productivos 222
San Antonio 235
San Alberto 238
Margarita-Huacaya 242
Itau 246
Ipati-Aquío 247
Área Río Grande 250
Bolivia, proveedor confiable en la región 251
Comercialización de gas natural 254
Contratos de exportación al Brasil 257
Contratos de exportación a la Argentina 262
Montos facturados por exportación 268
Operadoras prometen mayor inversión 270
El estado de las reservas nacionales de hidrocarburos 271
Metodología de estimación y certificación de reservas 276
Ciclo de vida de un proyecto 279
El transporte estratégico de hidrocarburos en Bolivia 282
Volúmenes de hidrocarburos líquidos transportados 284
La infraestructura de ductos 289
Ductos de exportación 291
Almacenaje de combustibles 295
Redes de gas 297
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4. CAPÍTULO 3
YPFB COMPLETA EL CIRCUITO PRODUCTIVO Y PROYECTA
EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DE LOS HIDROCARBUROS 307
Nuevo ciclo exploratorio en Bolivia 309
Incremento de las reservas nacionales de hidrocarburos 315
La exploración a cargo de YPFB 316
Segundo componente, la exploración 319
Tercer componente, apoyo a la gestión de exploración 321
Estrategia de fomento a la exploración de hidrocarburos 322
Áreas de exploración bajo contratos de operación 325
Contratos de exploración y explotación 326
La industrialización del gas se inicia en Bolivia 335
Planta Río Grande 338
Planta Gran Chaco 340
Plan quinquenal para la industrialización del gas 345
Planta Amoniaco Urea 347
Planta Etileno Polietileno 348
Gas a Líquidos 349
CONCLUSIONES 353
YPFB Corporación, 75 años de aporte
al desarrollo nacional
El proceso de la Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia ha completado su primer ciclo
de cinco años con soberanía y dignidad.
Desde aquel 1 de mayo de 2006, cuando el presidente Evo Morales Ayma, promulgó el histó-rico
Decreto Supremo Nº 28701 “Héroes del Chaco”, que restituye la propiedad y el control ab-soluto
de los recursos naturales por parte del Estado, ha retornado la certidumbre, estabilidad y
desarrollo en la industria de los hidrocarburos, con reglas claras.
“Queremos socios, no patrones”, sentenció el Mandatario hace cinco años, cuando se apro-baron
ante el Legislativo 44 contratos de operación firmados con 16 compañías petroleras que
actualmente operan en el país en una relación proactiva con el Estado.
En este quinquenio, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos Corporación se ha consolidado
como el brazo operativo de la Nacionalización que interviene y dirige la cadena de producción
nacional en una perspectiva progresista de desarrollo.
La administración estatal de los hidrocarburos ha asegurado el control del excedente eco-nómico,
mayores mercados para el gas natural y proyecta la diversificación de la oferta, im-plementando
agresivas políticas de exploración y desarrollo industrial en pos de aunar mayor
producción y asegurar mayores reservas.
En Bolivia, la Nacionalización de los Hidrocarburos se ha convertido en el eje del proceso de
cambio que ha refundado Bolivia, restituyendo facultades inalienables sobre la dirección y el
uso de los hidrocarburos como un recurso estratégico que es fuente de dignidad, soberanía y
desarrollo para el pueblo boliviano.
El negocio nacional de los hidrocarburos ha incrementado su eficiencia con mayores volúme-nes
de producción y mejores precios internacionales, ahora Bolivia se autoabastece y cumple
sus compromisos de exportación.
YPFB, al cumplir casi un siglo de servicio a los intereses nacionales, se alza como la empresa
más importante del país; su reactivación y fortalecimiento, es sin duda la mejor decisión que ha
tomado en pueblo boliviano.
La estatal petrolera boliviana despega con la tercera Nacionalización de los Hidrocarburos y
el decidido respaldo del gobierno del presidente Evo Morales Ayma. Los resultados positivos
alcanzados la proyectan como el pilar fundamental de la economía boliviana y se inscribe entre
las 500 empresas más grandes de Sudamérica.
75 años de vida institucional de YPFB nos permiten hacer un alto, analizar retrospectivamente
el pasado, ver el presente y proyectarnos hacia el futuro para continuar contribuyendo al en-grandecimiento
y desarrollo de la patria.
Lic. Carlos Villegas Quiroga
PRESIDENTE EJECUTIVO YPFB CORPORACIÓN
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5. Sr. Evo Morales Ayma
Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia
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6. Lic. Alvaro García Linera
Vice-Presidente Constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia
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7. Lic. Carlos Villegas Quiroga
Presidente Ejecutivo de YPFB Corporación
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8. Capítulo I
El petróleo en Bolivia y las
primeras concesiones
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9. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
El petróleo en Bolivia
y las primeras concesiones
os antecedentes históricos más remotos so-bre
la existencia de petróleo en Sudamérica
se remontan al período precolombino. Las
emanaciones naturales de brea, resina o acei-tes
de piedra eran denominadas “chapapote”
por los aztecas, “copey” por los quechuas e
“itani” por los chiquitanos. Estas culturas uti-lizaban
la sustancia mística con fines medici-nales
para curaciones y purga, de acuerdo a
los relatos de los primeros exploradores espa-ñoles
urgidos por la búsqueda de oro en esta
parte del mundo.
Los colonizadores españoles del viejo
mundo denominaron a la sustancia “jugos de
la tierra o bitúmenes”. Seguramente, los ante-cedentes
vistos en los primeros usos curativos
de la sustancia aceitosa negruzca motivaron
que en 1535, los colonizadores transportaran
nueve toneles de la misma a España para cu-rar
la enfermedad de gota del Rey Carlos V.
El padre Alonso Barba, uno de los pri-meros
cronistas de la época hace referencia a
los hallazgos de las primeras muestras colec-tadas
a 80 leguas de Tarabuco por un capitán
llamado Fermín Nuñez en su obra “El arte de
los metales”.
Los ingleses que ocuparon Norteaméri-ca
también descubrieron el petróleo que era
utilizado por los aborígenes de esa región.
Fue precisamente en este territorio que luego
se convertiría en Estados Unidos, donde co-menzó
a darse un uso más especializado a las
primeras muestras colectadas de hidrocarbu-ros
en mecheros y sistemas de calefacción a
carbón bituminoso, aceite de carbón o gas de
carbón.
En contraste con la precariedad de Sud-américa,
el primer descubrimiento de petró-leo
aconteció en el Estado de Penssylvania,
Estados Unidos en 1859, más de una década
después, se tendía en este territorio el primer
oleoducto artesanal construido de juncos y
cañahuecas entre West Bloomfield y Nueva
York, que daría pasó al desarrollo de los pri-meros
ductos que abastecían quemadores,
iluminadores, cocinas y calefactores dando
inicio en 1917 a la manufactura e industriali-zación
de los hidrocarburos, promoviendo su
desarrollo tecnológico.
Las primeras perforaciones de pozos
fueron realizadas en Estados Unidos y poste-riormente
en Europa y África dando inicio a
L
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16 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 17
10. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Mural de Solón Romero hace referencia al uso medicinal del petróleo en la época colonial.
las primeras faenas de explotación comercial
del petróleo. En un principio, esta sustancia
era vendida como medicina, luego como com-bustible
precario y como producto refinado
artesanalmente para mecheros. En función a
los experimentos realizados en Estados Uni-dos
y Francia, se logró un mejor procesamien-to
para obtener kerosén y parafina.
Los primeros químicos y empresarios en
Estados Unidos especializaron el refino y su
industrialización, una valiosa mercancía que
se convertía en dinero y mercados de escala,
poco a poco dominados por una sola indus-tria,
la Standard Oil Trust, creada en 1882 por
el multimillonario Jhon D. Rockefeller que
monopolizó el comercio de los primeros car-burantes
con 40 empresas.
Sin embargo, este “Trust” de empresas
fue desarticulado por una decisión judicial
antimonopólica. De este modo, se apertura
la libre competencia de la Standard Oil contra
otras empresas creadas dentro y fuera de Es-tados
Unidos como la Gulf Oil, Texaco, Shell y
la Royal Dutch.
Antes del año 1900, la industria comen-zó
a sustituir el motor a vapor por motores
más eficientes de combustión interna en base
a carburantes para maquinarias, transportes
y los primeros automóviles, creados por otro
visionario: Henry Ford. En este contexto se
incrementó la demanda masiva de gasolina y
diesel.
Para entonces, cinco empresas domi-naban
el comercio mundial de hidrocarburos
con operaciones a escala mundial, la Standard
Oil, Royal Dutch Shell, Texaco, Gulf Oil, y Anglo
Persian que luego se convertiría en British Pe-troleum.
De todas ellas, las dos primeras fue-ron
las pioneras en extender sus negocios en
Asia, Europa y Sudamérica con el apoyo de sus
gobiernos que comenzaron a comprender el
valor estratégico del petróleo en el mundo.
El petróleo en Bolivia
A pocos años del período independen-tista,
en la joven República de Bolivia comen-zó
a gestarse la ambición y especulación sobre
las primeras tierras con resina o brea de pe-tróleo,
a flor de tierra. Para entonces, el país
contaba con una basta extensión territorial,
elevados niveles de pobreza, analfabetismo e
incipiente desarrollo económico.
Cuando otros países como México y Ve-nezuela
ya realizaban la explotación, comer-cialización
y exportación de sus reservorios
de petróleo, en Bolivia algunos comerciantes
nacionales y extranjeros, influenciados por la
actividad minera, se dieron a la tarea de aca-parar
la mayor extensión de concesiones en la
perspectiva de especular y lucrar con la reven-ta
de tierras.
En 1865, el ciudadano Juan Manuel
Velarde solicitó extensas concesiones en las
provincias Acero y Tomina de Chuquisaca
(Charcas). En 1867, los ciudadanos alemanes
Frank Hoskst y Ed Hansen consiguieron que el
presidente Mariano Melgarejo les ceda con-cesiones
en la Provincia Salinas de Tarija.
En 1896, Manuel Cuellar descubrió ac-cidentalmente
manantiales de petróleo en
Mandiyuti, en el Chaco boliviano y éste junto
a su socio, Ignacio Prudencio comienzan a co-mercializar
el producto en Sucre, para lo cual
pidió concesiones al gobierno junto a Ernesto
Reyes, las mismas que le fueron entregadas
en Chuquisaca en 1899. Al ver los resultados,
éstos y otros socios fundan el “Sindicato Su-cre”,
consiguiendo concesiones por 74.999
hectáreas (Has.) en 1911.
El agrimensor Luis Lavadenz, gerente ge-neral
del “Sindicato Sucre”, descubrió en 1907,
manantiales de petróleo en Saipurú (Santa
Cruz), éste recogió las primeras muestras y las
envió para su análisis a la Argentina, donde
se confirma el hallazgo de petróleo. De inme-diato,
solicita al gobierno la concesión de un
millón de hectáreas y establece los contactos
para impulsar los primeros emprendimientos
18 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 19
11. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Traslado de equipos, en busca de petróleo, a lomo de mula en la quebrada de Cuevo, en el Chaco boliviano (1923).
en la búsqueda de hidrocarburos, velando ob-viamente
por sus intereses comerciales.
Este personaje instó a empresarios boli-vianos
y capitalistas a invertir en uno de los
primeros proyectos de explotación comercial,
en el país, pero no logró convencer. Por este
motivo, viajó a Europa donde consiguió des-pertar
el interés del capitalista inglés Percival
Farquhar sobre Bolivia, con quien inició la pri-mera
explotación comercial.
Farquhar, perfora el primer pozo en bus-ca
de petróleo en Cuevo en el año de 1911 y
luego otro en Charagua, no obstante, ambas
empresas fracasan en su primer objetivo, una
perforación de 200 metros de profundidad,
que tropieza con dificultades técnicas. El in-glés
quiebra y se retira del país a los pocos me-ses
del emprendimiento hidrocarburífero.
Convencido de la riqueza que podrían
guardar las entrañas bolivianas, una vez más
Lavadenz, viaja a Europa, esta vez a entrevis-tarse
con Henry Deterding, magnate de la Ro-yal
Dust Shell, quien pese a expresar interés
no arriba al país debido al estallido de la Pri-mera
Guerra Mundial que ralentiza el desarro-llo
de la industria del petróleo.
Lavadenz no se dió por vencido, insis-tió
y convenció a inversionistas en Chile que
llegaron a Bolivia para organizar en 1913, la
primera “Compañía Petrolífera Caupolican y
Calacoto” que siete años más tarde, en 1920
perforó su primer pozo en Calacoto, sin em-bargo
el trabajo se detuvo a los 160 metros y
nunca más se reanudó.
Con las primeras emanaciones de pe-tróleo,
Miguel Velasco instaló en su hacienda
Lourdes, en 1915, la primera planta de refina-ción
que fue construida por Percy Boland. Los
primeros productos obtenidos fueron gaso-lina,
kerosén y fuel oíl pesado, combustibles
que se comercializaban en Santa Cruz. El fuel
oil era usado como lubricante para los ejes de
los carretones arrastrados por animales, la
nafta servía para el alumbrado en mecheros y
la gasolina para los primeros automóviles im-portados
al país.
Concesiones y especulación
Sin extraer ni una muestra de petróleo,
entre 1914 a 1916, la adjudicación de conce-siones
petroleras “a perpetuidad” en Bolivia
se había incrementado de 1.7 a 3 millones de
hectáreas, en el marco de la vieja Ley de Mi-nas.
Los titulares de estas concesiones, en su
mayoría de carácter especulativo, buscaban
capitales extranjeros para proceder a la explo-tación
comercial.
De este modo, se constituyeron en Chile,
entre 1912 y 1919 numerosas “Comunidades
Petroleras”. Influyentes personalidades chile-nas
adquirieron la mayoría de las concesiones
adjudicadas a ciudadanos bolivianos. Así por
ejemplo, la Comunidad Petrolífera “La Blan-ca”
contaba con 500.000 hectáreas (Has.);
la Comunidad Petrolífera “Santa Cruz” te-nía
545.000 Has.; “La Poderosa” con 700.00
Has.; “Lagunillas” con 399.850 Has; Calacoto
con 3.473 Has. Posteriormente, todas estas
comunidades vendieron sus derechos al ciu-dadano
inglés, William Braden. 1
El gobierno del presidente Ismael Mon-tes
puso fin a la indiscriminada política de
concesiones, en diciembre de 1916 cuando
promulgó la Ley de Reserva Fiscal que puede
considerarse la primera “Ley de Hidrocarbu-ros”,
normativa que negó mayores conce-siones,
al mismo tiempo que disponía una
participación estatal del 10% en las entregas
y obligó a los poseedores a no enajenar ni
transferir las mismas. Se sentó como prece-dente
ante el caso de controversias, como una
instancia única de apelación a la Corte Supre-ma
de Justicia de la Nación.2
1 YPFB, Libro de Oro, SE, La Paz – Bolivia, 1996. Pag. 18.
2 ROYUELA, Carlos. Cien años de Hidrocarburos en Bolivia.
(1896-1996)
20 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 21
12. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Las primeras concesiones petrolíferas en Bolivia (1920)
Uno de los primeros equipos de bombeo mecánico para la extracción de petróleo.
S.R.28 Febrero 1920 Richmond Leverín Co 1.000.000 Has. Trans a Standard
S.R.8 Marzo 1920 Jacobo Backus 1.000.000 Has. Trans a Standard
S.R.9 Marzo 1920 Rafael Dial Lira 60.000 Has. Trans a Standard
S.R.10 Marzo 1920 Exequiel Romecín C 200.000 Has. Trans a Standard
S.R. 12 Marzo 1920 Rafael Torrico Lemoine 10.000 Has. Trans a Standard
S.R. 14 Diciembre 1920 Jorge de la Reza 85.000 Has. Trans a Standard
2.355.000 Has.
La Paz, octubre 26 de 1921
Armado Orozco Oficial Mayor de Industria
Fuente: “Cien años de hidrocarburos en Bolivia”, de Carlos Royuela Comboni
Sin embargo, en 1921, el Presidente José Gutierrez Guerra, me-diante
Ley, abolió la reserva fiscal, y autorizó contratar la explotación
de hidrocarburos mediante arrendamientos temporales con un perío-do
de vigencia de “66 años”. En este caso, los concesionarios debían
entregar 12,5 y el 20 por ciento del rendimiento líquido a la tesorería
departamental, elevando de algún modo la participación estatal.
En un pésimo momento económico, con la presión de deuda ex-terna
y los intereses estadounidenses, Gutierrez Guerra prácticamente
obligó al Parlamento a aprobar la nueva Ley, entretanto, negociaba en
paralelo una cantidad ilimitada de concesiones con los agentes de la
compañía transnacional Standard Oil.
Con apenas cuatro días de vigencia de la norma, el gobierno
de Gutierrez Guerra, adjudicó “en secreto” nuevas concesiones de
1.000.000 hectáreas a la empresa estadounidense Richmond Levering
y a su representante, Jacobo Backus, de acuerdo a contratos estableci-dos
según la norma aprobada.
La Richmond Levering prometió una inversión de 10 millones de
dólares con la cual consiguió en total una cesión por 50 años de más
de 2.000.000 de hectáreas, en títulos a favor de la empresa y de su
representante Backus, en un extenso territorio que abarcaba los de-partamentos
de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca 3.
A cambio de una exigua participación estatal del 15 % sobre el
producto bruto que extrajese en el futuro, el contrato de la Richmont
Levering era sumamente ventajoso pues estipulaba una exención del
pago de impuestos por todo el tiempo que durase la concesión. Esta
empresa sólo pagaba un impuesto que gravaba las actividades de las
compañías mineras en la época.
Otra prerrogativa, consistió en el privilegio de zona con una dis-posición
de 50 kilómetros en las proximidades de los oleoductos con lo
cual prácticamente tenía derechos monopólicos en el país.
No obstante, por el contrato establecido con el Estado boliviano,
la Richmont Levering no estaba facultada a “transferir estas concesio-nes
sin el consentimiento del gobierno”, de acuerdo a la cláusula 19.
Del mismo modo, este documento contractual establecía, en la
cláusula 18: “Si durante la ejecución del contrato el Gobierno reclama-re
por algo que en su concepto importe incumplimiento, dará aviso a
los capitalistas, los que desde ese momento tendrán un término máxi-mo
de seis meses para subsanar la falta que motive la reclamación; en
caso de no hacerlo pasado dicho término, el Gobierno podrá declarar
3 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA, La Nacionalización del Siglo XXI. 111 años de
historia petrolera en Bolivia. 2007. Pag. 22
El presidente José Gu-tiérrez
autorizó con-tratar
la explotación
de hidrocarburos me-diante
arrendamien-tos
temporales.
22 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 23
13. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
la caducidad, rescisión o modificación del con-trato,
que también tendrá lugar administrati-vamente
por cualquier defraudación de los in-tereses
fiscales. La caducidad importa para los
capitalistas la pérdida de todos sus derechos
a los bienes de la compañía, que quedarán en
propiedad exclusiva del Gobierno”.
Bajo esta figura, toda diferencia o cues-tión
sobre el contrato respecto del alcance o
interpretación del mismo y su misma ejecu-ción
será sometido como única instancia de
conocimiento y resolución, a la Corte Supre-ma
de Justicia de Bolivia.
En medio de una serie de irregularidades
y observaciones sobre el contrato en cuestión,
se conoció que la casa bancaria de Gutierrez
Guerra, presidente de Bolivia, extendió el cer-tificado
de solvencia a la Richmond Levering,
documento que resultó falso.
Ante la oposición que comenzaba a ges-tarse
en el país y la opinión pública el repre-sentante
de la empresa Richmond Levering,
Jacobo Backus, afirmó sin desparpajo que
contaba en su presupuesto con 300.000 boli-vianos
para “sobornos”4.
Es muy probable que con estos recursos
esta observada empresa haya conseguido en
los meses que estuvo operando en Bolivia
la modificación de las cláusulas del contrato,
aduciendo las dificultades en Bolivia y los ele-vados
costos de operación. En este marco, el
gobierno de entonces cedió a rebajar del 15 al
12,5% la participación gubernamental, en un
negocio que nunca existió.
En lo fundamental, esta norma declaró
la propiedad inalienable e imprescriptible y
el dominio directo del petróleo por parte del
Estado. Paralelamente, facultó al Poder Ejecu-tivo
su explotación directa o mediante asocia-ción
con otras empresas privadas.
4 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA, La
Nacionalización del Siglo XXI. 111 años de historia petrolera en
Bolivia. 2007. Pag. 22
El presidente de la República con su gabinete presidencial. De izquierda a derecha, Carlos Romero, ministro de
Fomento y Comunicaciones; Alberto Palacios, ministro de Hacienda e Industria; Abel Ituralde, ministro de Relacio-nes
Exteriores y Culto. Presidente de la República, Dr. Hernando Siles; J. Minor Gainsborg, ministro de Gobierno
y Justicia; Félix del Grando, ministro de Instrucción Pública y Agricultura y Aurelio Arauz, ministro de Guerra y
Colonización. (El País, jueves 2 de febrero de 1928).
Fraude y traición de la Standard Oil
Un año después de haber obtenido la
concesión, la Richmond Levering transfirió,
el 3 marzo de 1921, a la Standard Oil de New
Jersey, todas sus concesiones por 270 mil dó-lares.
5 Aunque otros antecedentes, señalan
que la transacción se consumó ante la bolsa
de valores de Nueva York, Estados Unidos, por
la suma de 2,5 millones de dólares.
5 ROYUELA, Carlos. Cien años de Hidrocarburos en Bolivia.
(1896-1996)
Aparentemente, las autoridades del go-bierno
boliviano desconocían la transacción
que violentaba la cláusula 19 del contrato. La
Standard Oil creó su filial boliviana el 16 de
noviembre de 1922 y comienza a presionar al
gobierno para que reconociera la transferen-cia
y firmara un nuevo contrato, situación que
termina consumándose ese mismo año.
Paralelamente, la Standard Oil, había
adquirido, otros dos millones de hectáreas
ABEL ITURRALDE
(Centinela del Petróleo).
El 20 de junio de 1921 un distinguido patriota pa-ceño,
senador de la República, Dn. Abel Iturralde
(el Centinela del petróleo chaqueño), logra que
el Poder Legislativo apruebe la Ley Orgánica del
Petróleo, ante el tráfico de intereses de las “Con-cesiones
Africanas” petroleras de la aristocracia
política boliviana con la Richmond Levering, y con la
Standard Oil Co. y cómo ésta última toma posesión
del territorio guaraní del Chaco boliviano y de su rique-za,
instalándose en Bermejo, Sanandita, Caigua y Camiri
(1921).
24 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 25
14. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
(Has). de concesionarios particulares, por lo
que podía explorar en cuatro millones de hec-táreas
y quedarse con un millón de Has. Con
anticipación, la Standard Oil había adquirido
de particulares más de dos millones de hectá-reas
adicionales en concesión.
La ambición de la empresa transnacio-nal
de propiedad de Rockfeller, la primera que
se instaló en Bolivia, prácticamente se apode-ró
de los hidrocarburos nacionales al adquirir
otros 2.145.000 Has. que William Braden y
uno de sus familiares compraron en Bolivia
por 75.000 libras y revendieron a la Standard
en tres millones de dólares.
Para fines de 1926, el emporio acaparó
alrededor de 7 millones de hectáreas, com-prando
prácticamente la totalidad de antiguas
y nuevas concesiones.
Desde el Congreso Nacional, el cuestio-nado
trámite fue refutado por el senador pa-ceño
Abel Iturralde quien protestó el contrato
con “serios visos de irregularidades”, porque
éste sólo fue autorizado por el presidente Gu-tierrez
Guerra y uno de sus ministros. Por su
lucha a favor de los intereses nacionales, este
parlamentario se hizo merecidamente acree-dor
al título del primer “Centinela del Petróleo
en Bolivia”6.
6 YPFB, Libro de Oro. (1936-1996). Pag 21
Prospección exploratoria en el campo Camiri.
“No debemos alucinarnos con una sola empresa que tenga en
sus manos todo el oriente boliviano. Esto ha de traer como conse-cuencia
la absorción de la soberanía del país y la pérdida de su liber-tad.
Yo no soy enemigo de que vengan a Bolivia empresas extranjeras.
Lo que pido es un riguroso control que evite que una sola empresa
monopolice toda la industria petrolera. El día que se consume una
absorción por una sola empresa, estaremos perdidos”, decía el céle-bre
defensor de los recursos naturales.
Derrocado el gobierno de Gutierrez Guerra, asume la presiden-cia
Bautista Saavedra quien ante la incursión discrecional de las em-presas
concesionarias y las “comisiones” que ofrecían a cambio de las
ambicionadas tierras petrolíferas, ordena la revisión de la norma en
comparación con otras vigentes en el mundo.
El 20 de junio de 1921, el presidente Bautista Saavedra aprobó
la Ley Orgánica de Petróleos, que vuelve a declarar la propiedad na-cional
de los recursos hidrocarburíferos, devolviendo al Estado la fa-cultad
explotarlos por sí mismo o en asociación con privados. Al mis-mo
tiempo, esta norma estipula hasta 100.000 Has. como máximo y,
por una sola vez, las concesiones petrolíferas por un lapso de 55 años.
Asimismo, estableció en 11% la participación sobre el producto bruto
y se limitaron los privilegios de zona a cinco metros, implementándo-se
el derecho de cruce de oleoductos.
Por otro lado, en el nuevo texto legal el concesionario quedaba
obligado a iniciar la explotación al cuarto año de firma de contrato y
el Estado fijó para sí la potestad de establecer al quinto año un monto
mínimo, a partir de la concesión.
Esta ley abrió por vez primera la posibilidad de crear una em-presa
nacional para la explotación petrolera al imponer el artículo 35
que señala: “Si los concesionarios no extrajesen durante tres meses
una cantidad de petróleo proporcional a la capacidad productora de
un pozo, el Gobierno podrá extraer por su cuenta la participación que
le corresponde”. 7
Casi premonitoriamente, la norma señalaba en su artículo 40,
una figura antimonopólica que resumía que el gobierno vigilaría la
exploración y explotación de los yacimientos y fiscalizaría las opera-ciones
de las empresas, no sólo para asegurar el pago de impuestos
sino también para organizar convenientemente la industria en bene-ficio
nacional, combatir el acaparamiento de la producción, transpor-te,
almacenaje, comercio de petróleo y sus derivados.
La Ley en referencia fijó un plazo máximo de tres años y una
extensión máxima de 300.000 Has. para fines de exploración y la pre-rrogativa
de elegir una quinta parte para conformar “reserva fiscal”.
7 TAHBUB, Marwan. Las transnacionales no son socias. Por una política nacional de Hidrocarburos.
Ed CEDIB. Pag. 225
La Ley Orgánica de
Petróleos fue apro-bada
el 20 de junio de
1921.
26 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 27
15. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
Esta legislación también señalaba que
todo arbitraje debía resolverse en la Corte Su-prema
de Justicia de la Nación al mismo tiem-po
que prohibía a las empresas a no realizar
reclamación diplomática alguna respecto de
obligaciones, derechos y emergencias de las
adjudicaciones y contratos.
Por otro lado, se reivindicó y mejoró la
figura legal sobre la caducidad al subrayar que
si el gobierno reclamaba por incumplimiento,
los concesionarios tenían un plazo no mayor
a seis meses para subsanar la falta, en caso
contrario, éste quedaba facultado para decla-rar
la caducidad, recisión o modificación del
contrato. Entre las causales para este efecto
también se incluyó la defraudación de los in-tereses
fiscales.
Pese a la vigencia de la avanzada legis-lación
modernizada y acorde a los intereses
nacionales, la Standard Oil, pudo más que el
debilitado Estado boliviano y sus autoridades,
para ello, se valió de todo su poder econó-mico
e incurrió en una serie de prebendas y
corrupción de funcionarios, hasta lograr sus
propósitos.
La compañía transnacional de Rockefe-ller
había comprometido invertir 50 millones
de dólares en distintos rubros de producción,
pero hasta 1937, sólo llegó a invertir 17 millo-nes,
según confesaron sus propios gerentes y
representantes. A cambio, esta empresa logró
que se modificara la obligatoriedad contrac-tual
de representar arbitrajes sólo ante la Cor-te
Suprema de Justicia para extender la con-sulta
al presidente de la Sociedad Geológica
de Londres, en Inglaterra.
Desde su incursión para operaciones en
territorio nacional, la Standard no cumplió
con sus obligaciones y urdió una serie de irre-gulares,
evasiones y defraudación.
Ni bien comenzó a operar en Bolivia, la
Standard se quejó por la falta de mapas, lar-gas
distancias, falta de una red caminera apro-piada
y carencia de oleoductos, con lo cual
consiguió el derecho de explorar en cuatro
millones de hectáreas para quedarse con un
millón, además de ampliar el contrato de 50 a
55 años, a partir del segundo año de explora-ción.
Un decenio después, los plazos se fueron
razagando pues la empresa nunca entraba al
período de explotación.
La transnacional petrolera contaba con
un plazo de sólo dos años a fin de identificar
un millón de hectáreas para establecer la con-cesión
y luego perforar un pozo cada 50.000
hectáreas y producir dos millones de barriles
de crudo.
La Standard Oil inició sus operaciones
en Bolivia en la Serranía del Candado, y des-cubrió
petróleo en Bermejo a mediados de
1924. Posteriormente perforó en otras estruc-turas
descubriendo hidrocarburos en Sanan-dita
(1926), Camiri, (1927) y Camatindi (1931).
Instaló dos refinerías rudimentarias en Sanan-dita
y Camiri. En total, la Standard perforó 30
pozos de los cuales 18 fueron exploratorios.
Esta empresa transnacional nunca tuvo inten-ciones
de desarrollar la industria petrolera en
Bolivia. Aparentemente, lo que buscaba era
conseguir mercados futuros y asegurarlos. 8
La Standard Oil, producía desde 1925,
alrededor de dos mil barriles de crudo por
año en la región de Bermejo. En 1926 se in-corporó,
Sanandita con 7.000 barriles y 1927
Camiri con 15.000 barriles, totalizando una
producción de 40.000 barriles. En 1929 en
medio de la crisis económica mundial, la Stan-dard
extrajo 132.000 barriles y para 1936, la
8 YPFB, Libro de Oro. (1936-1996). Pag 20
Taller de la Standard Oil Company 1930.
28 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 29
16. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Pozo Bermejo 2 perforado por la Standard Oil Company en 1924.
30 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 30
31
transnacional había escogido 300.000 hectá-reas
y contaba con 31 pozos.9
En 1927, se denunció por incumplimien-to
en el pago de patentes a la Standard que
adujo tranquilamente no haber ingresado aún
en período de explotación para hacerlo.
La sumisión de los gobernantes al po-derío
económico de la transnacional, se hace
patente cuando el presidente Hernando Si-les
emite el 12 julio de 1928 una Resolución
Suprema en la que asegura que la compañía
cumplió con todos sus compromisos, al día
siguiente la Standard concede al gobierno el
pago de un millón de bolivianos por concepto
de patentes, no sin antes deducir los intereses.
Ese mismo año, Siles mediante Resolución Su-prema
autoriza el pago de patentes a partir de
9 MARIACA, Enrique. Mito y realidad del petróleo en Bolivia. Ed
Norte. 1944
1930, independientemente de si la empresa
producía o no petróleo, aunque ya existían ru-mores
en sentido de que ésta producía crudo
desde 1925 y lo contrabandeaba a través de
un ducto clandestino hacia Argentina donde
también mantenía operaciones.
Es en 1932 cuando la empresa interna-cional
recién comienza el pago de patentes
petroleras, pero no en su totalidad, en me-dio
de amenazas contra las autoridades bo-livianas
y anuncios para comprar el voto de
los magistrados de la Suprema en caso de
demanda. Según Carlos Montenegro, la Stan-dard
defraudó al país 26,5 millones de bolivia-nos
entre 1924 y 1932, pero la cifra real se es-timaba
en 85 millones si se agrega la evasión
por regalías y otros conceptos.
En todo el tiempo de permanencia en
Bolivia, la compañía estadounidense alegaba
que priorizaba la exploración durante todos
Equipo de perforación de pozos instalado en el Chaco boliviano (1926).
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17. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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sus años de intervención en Bolivia pero no
habían mayores resultados sobre la produc-ción
de petróleo. Así por ejemplo, la escasa
producción de gasolina de la Standard era
destinada al exterior, y un remanente en el
país con precios internacionales que la misma
empresa se encargaba de fijar en relación a los
mercados aledaños que controlaba. En 1935,
la Standard fue acusada de contrabandear la
“producción marginal” de petróleo a través
de un oleoducto clandestino de cuatro pul-gadas
que traspasaba la frontera por debajo
del puente del Río Bermejo hacia la población
de Aguas Blancas, Argentina. Años más tarde
en el juicio que se le instalaría, los principales
ejecutivos de la empresa admitieron haber
comercializado clandestinamente, por esa
vía, 704 toneladas del producto, no obstante
el senador argentino Alberto Arancia señaló
que la compañía no sólo usaba el gasoducto
sino también otros medios de transporte para
trasladar petróleo boliviano, un informe de la
Aduana argentina confirmaba que había ex-traído
cuando menos, cuatro mil toneladas.
La guerra del Chaco y los intereses transnacionales
Al igual que muchos países de América
Latina, Bolivia vivió momentos de auge en
sus exportaciones de la mano del desarrollo
del transporte ferroviario, la banca y el cre-cimiento
urbano. En el país, la minería había
alcanzado el pináculo de su producción tanto
en precios como en volúmenes, las inversio-nes
alcanzaron a más 150 millones de dólares
y más de 27.000 trabajadores acampaban en
áreas mineras.
No obstante, esta bonanza era aparente,
el país sufría un endeudamiento de 82 millo-nes
de dólares; el gobierno se veía obligado a
controlar el aparato recaudador en manos de
una comisión fiscal permanente establecida
por sus acreedores; el déficit de la balanza de
pagos, sobresueldos, corrupción y fuga de ca-pitales
era moneda corriente. Los otros secto-res
de la economía se hallaban escasamente
desarrollados. El afán de atraer capital extran-jero
y contraer créditos presentaba complica-ciones,
principalmente en la cobertura de ta-sas
muy altas y en la dificultad que planteaba
el hecho de pagar deuda con deuda.
La crisis mundial de 1929 dejó al des-nudo
la debilidad de la economía; la caída de
los productos de exportación y, por ende, de
importación llevó a una crisis severa. Más de
siete mil trabajadores fueron expulsados de
sus fuentes laborales, entretanto, el Estado
redujo el gasto público, ordenó la inconverti-bilidad
de la moneda y suspendió el pago de
la deuda externa. La caída de sus ingresos y la
reducción de divisas obligaron al gobierno a
establecer una tasa de cambio múltiple.
En este contexto, la Standard Oil no su-frió
impacto alguno ya que no tenía relación
con el mercado doméstico. Sin control, no
hizo otra cosa que exportar atenida a la venta-ja
concreta que suponía la distancia existente
entre sus centros de producción y operacio-nes
y el centro de influencia política adminis-trativa
de Bolivia.
El impacto de la crisis económica reca-yó
en los asalariados. La desocupación, la es-calada
de precios y la especulación tuvieron
efectos severos. Ante esta situación agravada
por huelgas y otras formas de protesta contra
la Standard, el Presidente Daniel Salamanca,
apremiado por los recursos, revisó las dispo-siciones
gubernamentales de julio de 1928 de
su predecesor Hernando Siles, relacionadas
con la prórroga del período exploratorio con-cedido
a la empresa de Estados Unidos.
De este modo, Salamanca, mediante Re-solución
Suprema de 2 de julio de 1932, dejó
sin efecto la prórroga para la Standard y allanó
el camino para que ésta pague lo que corres-pondía
por ley, obligación que debía incluir
el adeudo acumulado desde 1924 hasta su
gestión. No obstante, el cobro no pudo efec-tivizarse
por la acción legal que la Standard
impuso ante la Corte Suprema de Justicia.
En el campo de las relaciones diplomáti-cas,
el gobierno de Salamanca, agobiado por
la crisis y las presiones sociales, dio un paso
temerario al declarar la guerra al Paraguay,
subestimando sus fuerzas y desconociendo su
pasado histórico, así el enclaustramiento ma-rítimo
boliviano, producto de la derrota de la
guerra del Pacífico (1879) se vio reforzado por
el cierre de la salida por el río Paraguay.
El territorio del Chaco en litigio, que era
reclamado por Bolivia y Paraguay en medio de
una serie de interpretaciones sobre tratados
que legitimaban su soberanía, había concita-do
el interés internacional motivado por dis-tintas
versiones que daban por hecho la exis-tencia
de hidrocarburos en la zona.
El descubrimiento de petróleo en una
región aledaña al Chaco influyó para que el
problema limítrofe se complicara y quizás
alentara el conflicto, no obstante que los re-servorios
de hidrocarburos se encontraban en
regiones que no estaban en disputa.10
En este sentido, el escritor y político Pa-raguayo
Natalicio Gonzales, citado por Sergio
Almaraz, precisa que la conflagración bélica
nunca habría ocurrido si en 1910, no se hubie-ra
comprobado la existencia de yacimientos
petrolíferos en la región, además de la con-fluencia
de otros intereses internacionales.
Por casualidad o azar, el contrato firma-do
entre la Standard y el gobierno boliviano
parecía contener una figura anticipada: “…
En caso de guerra, el Estado puede exigir a
la compañía venderle toda su producción al
costo, con el recargo de un 20 por ciento por
concepto de utilidad. A la vez que en otro
apartado estaba vigente que en caso de in-cumplimiento
se imponían multas y la rever-sión
de yacimientos no explotados”.
La transnacional estadounidense que
operaba en Bolivia, estaba presente en el
norte de Argentina y el Paraguay donde se
disputaba el control de mercados con la an-glo
holandesa Royal Dutch Shell, en procura
de controlar la exportación de crudo boliviano
por el Atlántico, vía Río de la Plata.
“Así frente a la ambición de la Royal
Dutch Shell, estaba la de la Standard Oil, espe-rando
que su apoyo a un Paraguay triunfante
10 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA. La nacion-alización
del siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia.
Pag. 26
32 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 33
18. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Combatientes en una trinchera defendiendo la integridad nacional.
Tcnl. GERMÁN BUSCH
(Expresidente de Bolivia)
“Vamos pues a reafirmar la nacionalización
de los petróleos, ya que todos los que estuvi-mos
en el Chaco en las horas de peligro, he-mos
podido experimentar la inconveniencia
de que esta riqueza estuviese en manos de
capitales extranjeros. El petróleo boliviano va
a ser explotado por el Estado, porque así lo
exigen los altos intereses nacionales”, Tcnl.
Germán Busch (1936-1939)
Reclutamiento para la Guerra del Chaco 1932.
34 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 35
19. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Soldados en una planidicación.
en la Guerra pueda repercutir en abrir el ca-mino
del Río de la Plata para la exportación
de crudo, como en mejores condiciones de su
explotación ya fuera del control boliviano”. 11
La petrolera norteamericana fue cues-tionada
por haber mostrado una actitud de
traición a la patria durante el conflicto béli-co
que enfrentaron Bolivia y Paraguay, des-de
1932 por el control del Chaco Boreal. En
la contienda, esta empresa no sólo continuó
exportando combustibles, sino que además
trasladó gran parte de sus materiales y equi-pos
a la Argentina.
Aunque la Standard anunciaba a los
cuatro vientos una aparente neutralidad en
la guerra, no sólo fue desleal con Bolivia sino
11 TAHBUB, Marwan. Las transnacionales no son socias. Por una
política nacional de Hidrocarburos. Ed CEDIB. Pag. 229
que además saboteó la movilización del Ejér-cito
boliviano que debía recorrer desde el al-tiplano,
la parte central del territorio nacional,
hasta llegar a los arenales chaqueños.
Esta compañía, se atrevió a subir el pre-cio
del galón de la gasolina de 19 a 60 centa-vos
por la supuesta influencia del abogado de
la Standard Oil, Carlos Calvo.12 Aunque se lee
en la prensa de la época un desmentido sobre
esa información difundida por el representan-te
de la compañía en Bolivia W.B. Blocker. 13
La mayor indignación nacional se produ-jo
cuando esta compañía estadounidense se
negó a producir el combustible de aviación
para las naves de guerra bolivianas, bajo la
12 ULTIMA HORA, 13 de noviembre 1933
13 LA RAZÓN, 14 de noviembre de 1933
excusa de “carencia de recursos técnicos ne-cesarios”.
Entre tanto, se dio a la tarea de des-viar
petróleo hacia territorio argentino, donde
lo vendió como derivado para el consumo de
los motorizados del ejército paraguayo. Por
este motivo, el gobierno boliviano se vio obli-gado
a tomar sus refinerías y contratar a los
ingenieros Jorge Muñoz Reyes y Guillermo El-der
Bell para dirigir la producción.
En mérito al insistente reclamo del Ing.
Guillermo Elder Bell que envió una carta, el de
2 de mayo de 1933, al Presidente Salamanca,
por intermedio del Gral. Hans Kundt, Coman-dante
de las FF.AA., el Ejército Boliviano se
hizo cargo de las refinerías de Camiri y Sanan-dita
que fueron administradas por el profesio-nal
cruceño en plena conflagración armada.
Bajo su dirección se logró obtener gaso-lina
de aviación de 80 octanos en la refinería
de Camiri, con lo cual la aviación boliviana
pudo operar en la guerra contra Paraguay.
Posteriormente, Elder Bell, coadyuvó en la
ampliación de las refinerías de Camiri, logran-do
que se produzca en la década de los años
40 hasta 1.200 barriles por día y en Sanandita,
hasta 600 barriles por día.
Los testimonios de la época revelan que
el boicot de la empresa extranjera llegó a tal
extremo que se negó a prestar un tractor para
desatascar decenas de camiones bolivianos
que transportaban tropas y vituallas. Asimis-mo,
se denunció que a “título de neutralidad”
arrojó al río herramientas que precisaba el
Ejército Nacional.
Toma de posiciones de las tropas del Ejército boliviano durante el conflicto bélico con Paraguay.
36 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 37
20. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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“La petrolera estadounidense ya había
exhibido su política indolente y sus actitudes
de desacato y hasta traición a la patria. No
sólo le había negado al gobierno boliviano un
anticipo para financiar la preparación de las
Fuerzas Armadas, sino que había rehusado
pagar a sus empleados, llamados a filas, el
50% de sus salarios como lo hacían todas las
empresas del país acatando lo dispuesto por
las autoridades.
De esta forma, quedaron en evidencia
los rasgos más execrables del comportamien-to
de la transnacional, en plena guerra, hacia
Bolivia, país que le había concedido el privile-gio
monopólico de la explotación de la riqueza
petrolífera de su subsuelo.14
“Detrás de su actitud estaba su conside-ración
de que la guerra estaba perdida para
14 MINISTERIO DE HIDROCARBUROS Y ENERGIA. La nacion-alización
del siglo XXI. 111 años de historia petrolera en Bolivia.
Pag. 27
Bolivia y suponía que el triunfo paraguayo
podía determinar la apropiación de estos ya-cimientos
por lo tanto tenía que trabajar para
que la parte paraguaya respetase sus conce-siones
vigentes”. 15
La conflagración entre Paraguay y Bo-livia
culminó el 12 de junio de 1935 con un
saldo de 90.000 hombres muertos, 50.000
Bolivianos y 40.000 Paraguayos. “…El telón
fue levantado para la guerra del Chaco. Dos
pueblos empobrecidos disputándose la pro-piedad
de una riqueza que ya habían perdido
varios años antes. Dos pueblos manejados por
titiriteros desde Nueva York y Londres”, resu-mía
Sergio Almaraz 16.
15 TAHBUB, Marwan, Las transnacionales no son socias, página
229
16 TAHBUB, Marwan, Las transnacionales no son socias, página
105
La generación nacionalista de la post guerra
Entre las consecuencias de la guerra del
Chaco estuvo la irrefrenable convicción de
que toda Bolivia había sido conducida a un
desastre por intereses económicos extranje-ros,
cuya única razón de permanencia en el
país era el despojo de sus recursos naturales
para lucro fuera de sus fronteras.
La conciencia de que los intereses de
consorcios internacionales habían primado a
la hora del desencadenamiento del conflicto
bélico con Paraguay estuvo asociada a la con-vicción
de que la Standard Oil, en los cerca de
quince años que estuvo operando en Bolivia,
no había producido lo esperado ni invertido
lo acordado.
En medio de este despertar de la con-ciencia
nacional, en distintas esferas de la so-ciedad,
el golpe de Estado del 17 de mayo de
Defensores del Chaco en Villa Montes (1935).
1936, marcó un momento de inflexión en la
historia nacional por recuperar para los boli-vianos
lo que en pleno derecho les pertenecía.
Protagonizado por un grupo de militares
que participaron en la contienda del Chaco,
ésta asonada, que terminó abruptamente con
la presidencia de José Luis Tejada Sorzano;
marcó el inicio de un gobierno que desde la
oficialidad vivió en carne propia los horrores
del conflicto armado, era la expresión de un
sentimiento unificador de enmienda a años
de administración irresponsable del Estado,
que había ido tomando visos de cínica compli-cidad
con intereses económicos foráneos.
Convenido por este grupo cívico militar
nacionalista encabezado por Germán Busch,
un heroico oficial de la Guerra del Chaco, el
gobierno del general David Toro Ruilova –otro
militar destacado en esa contienda- firmó el 7
de junio de 1936 la caducidad de las concesio-nes
que no se hubiesen apegado estrictamen-te
a la Ley de 1921. Esta acción, sin embargo,
no afectaba directamente a la Standard Oil, ya
que la petrolera tenía suficiente poder como
para salir airosa legalmente y aún falsear di-cho
apego.
Empero, los días de la Standard en Boli-via
estaban contados. A raíz de la promulga-ción
en octubre de 1936, de una nueva norma
jurídica que reemplazaría a la mencionada Ley
Orgánica, y no sin antes haber obtenido va-rios
beneficios, la empresa estadounidense se
prodigó apoyo internacional para hacer frente
a su inevitable expulsión.
La nueva norma jurídica transformaba
las concesiones petroleras en adjudicaciones
y fijaba rebajas de patentes; además estable-cía
la disminución de regalías del 11 al 9 por
ciento y otorgaba una prórroga indefinida al
tiempo de exploración. En cuanto a la tasa
impositiva la Ley establecía en 30 centavos
de Boliviano la patente anual por pertenencia
original y en diez centavos de Boliviano la per-tenencia
prorrogada.
La pertenencia en producción, según lo
establecía este ordenamiento, debía pagar 20
centavos de boliviano antes de los ocho años
y 80 centavos a partir del octavo año. A su
vez, establecía que el Estado debía participar
con el nueve por ciento del producto bruto, y
que el transporte de la regalía iba a hacerse a
38 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 39
21. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Camiri, década 1904.
precio de costo al igual que su refinación, más
un cinco por ciento.
Esta ley promulgada por el gobierno de
Toro, en comparación con la de 1921, rebaja-ba
las patentes en el porcentaje de las regalías
y entregaba la producción a perpetuidad. Para
muchos especialistas, con esa rebaja, el go-bierno
dejó clara su convicción de que, para-lelamente
a la cancelación de las operaciones
de la Standard en el país, había que mantener
la atracción de capitales y permitir cierto mo-vimiento
a esa compañía.
De acuerdo a testimonios de la época,
Toro no era muy versado en materia petrole-ra
como tampoco ninguno de los miembros
de su Gabinete. De todos modos, esta acción
encontró cerrada resistencia entre los milita-res
progresistas liderados por el Tncl. Germán
Busch y otros ex combatientes recién integra-dos
a la vida civil nacional.
Es en esta coyuntura histórica cuando
entran en escena, Dionisio Foianini Banzer
quien junto a otros profesionales y enten-didos
como Humberto Vasquez Machicado,
Jorge Muñoz Reyes, Guillermo Mariaca, José
Lavadenz, Gustavo Chacón y otros habían tra-tado
de mentalizar a las autoridades guberna-mentales
sobre el perjuicio de la medida y la
importancia de crear una empresa petrolera
estatal que impidiera que los hidrocarburos
fueran manejados discrecionalmente por in-tereses
foráneos.
La fundación de YPFB
El horror de una guerra injusta, los erro-res
históricos de una pírrica clase política que
se decía liberal sin visión de país y el abuso
de las élites coludidas con los intereses trans-nacionales,
catalizaron un proceso de madura-ción
de la conciencia nacional que buscaba un
cambio político y social con nuevas estructu-ras
y administración.
El cambio provino de círculos militares,
sectores intelectuales, profesionales y sindica-les
de las clases media y baja.
El centro del debate en la sociedad bo-liviana
de la post guerra fue el petróleo y su
futuro como factor de desarrollo y viabilidad
nacional. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bo-livianos,
nació de las cenizas de la Guerra del
Chaco. La inmolación de 50.000 hombres de-fendiendo
la riqueza petrolera, sirvió de mar-co
al inicio de la entidad petrolera boliviana.
Dos personajes promovieron la creación
de YPFB, el héroe de la contienda del Chaco,
Teniente Coronel de Ejército, Germán Busch
40 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 41
22. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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y el destacado profesional, hijo de migrantes
italianos, Don Dionosio Foianini Banzer.
El cruceño Foainini Banzer, doctor en
Química General de la Unidad de Pavía (Ita-lia),
concibió el proyecto de creación de la em-presa
petrolera boliviana desde sus primeros
años de universitario, avizorando el horizonte
de la industria petrolera nacional. Estructuró
y fortaleció a la nueva empresa, hasta 1939.
“Mi vida abundó en inquietudes y esperanzas,
y al repasar mis papeles, cargados de recuer-dos
y de historia, me satisface que algunos
proyectos alcanzaron su objetivo”, señalaba
el impulsor de la industria boliviana de los
hidrocarburos en su autobiografía “Misión
Cumplida”17
Otro cruceño notable, Germán Busch,
con la firme convicción y decisión apoyó el
17 Citado por Personajes Notables de Santa Cruz, El Día, 1995.
emprendimiento de la creación de la empresa
estatal del petróleo. Su gobierno se caracteri-zó
por ubicar al petróleo como nueva palanca
para el desarrollo del país.
“Vamos pues a reafirmar la nacionali-zación
de los petróleos, ya que todos los que
estuvimos en el Chaco en las horas de peligro,
hemos podido experimentar la inconvenien-cia
de que esa riqueza estuviese en manos de
capitales extranjeros. El petróleo boliviano va
a ser explotado por el Estado, porque así lo
exigen los altos intereses nacionales”, resumía
Germán Busch18, el heroico y joven oficial del
Ejército boliviano miembro e impulsor de una
corriente ideológica comprometida con los in-tereses
de la patria.
Aquel histórico, 21 de diciembre de
1936, con el apoyo de Germán Busch, Dionisio
18 Almaraz Sergio, El Petróleo en Bolivia. obra citada, p. 105
Recorte del periódico “La Calle”, publicado el 30 de
diciembre de 1936.
Foianini visitó al Presidente Toro en Palacio de
Gobierno con el proyecto de Decreto Supre-mo
en la mano, quien luego de discutirlo bre-vemente,
lo firma inmediatamente, después
Don Gustavo Chacón se encargó que los fir-maran
todos los ministros.
Así nació YPFB ante el enorme desafío
de proyectar el futuro de la naciente industria
petrolera y la impostergable misión de desa-rrollar
la producción petrolera para mejorar
la economía nacional. Su vocación de servicio
productivo se plasmó tanto en el decreto de
su creación como en sus primeros estatutos
aprobados, poco tiempo después.
La fundación de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) fue casi ignorada
por la prensa contralada por la rosca minero-feudal.
Quizá la mejor forma de describir, el
regocijo que provocó en el país, la creación
de la empresa estatal se refleja en una nota
fechada el 30 de diciembre de 1936 por el pe-riódico
La Calle.
“El gobierno socialista acaba de mostrar
una vez más el amplio espíritu que le anima
luchar por la independencia económica de
la nacionalidad y por fomentar su progreso.
Con fecha 21 de los corrientes ha promulga-do
un Decreto Ley que crea una entidad fis-cal
llamada ´Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (Y.P.F.B) la cual se encargará de la
exploración, explotación, y comercialización
del petróleo y de sus derivados.
No se trata de una empresa privada
puesta al servicio de sórdidos intereses y va-liéndose
de inconfesables medios. No; es el
Estado mismo, que en pleno ejercicio de sus
derechos de soberano quiere independizar la
patria de la tiranía extranjera que nos raciona
el combustible cuando podríamos bastarnos a
nosotros mismos y aún exportar a los vecinos.
La nueva entidad está constituida por el Esta-do
que al asumir tan noble y desinteresado
papel, cumple sus más elementales deberes
de tuición y de ayuda al pueblo todo.
Corren por ahí libros, folletos y artículos
de prensa, presentando al petróleo como una
materia folletinesca, debido a los medios y
tramas horribles, intrigas turbias y personajes
de opereta que bailan en ellos al son del oro
extranjero. El significado que tiene el petróleo
le ha convertido en materia objeto de toda
maquinación y que para obtenerlo no se re-troceda
ante nada.
Ello era necesario que tenga un término
en nuestro país. Hoy no serán ya aventureros
de dudosa filiación nacional u oscuro pasado
los que vengan a manosear nuestra riqueza
petrolera, cual ha sido hasta el presente. La
experiencia del petróleo boliviano es dema-siado
dolorosa para que volvamos a caer en
los mismos errores. Compañías riquísimas y
otras que no eran sino fantasías creadas en al-gún
escritorio famélico, luchaban sin cuartel y
con todos los medios del más bajo rufianismo,
por tener su parte en esa danza de acciones
que subían y bajaban en las cotizaciones de la
bolsa y con ellos dando pingües ganancias a
costa del buen nombre y la riqueza de Bolivia.
El Supremo Gobierno con un alto espíri-tu
de comprensión de sus deberes ha creído
que era tiempo ya de que eso terminara y ha
asumido por sí mismo el control del petróleo
en toda la República, ya que prácticamente es
el significado de los Y.P.F.B.
Las compañías privadas consolidadas
ya, tendrán su rol de acuerdo a sus contratos,
pero ya no serán los omnipotentes organis-mos
de antes, y tendrán que sujetarse a cum-plir
sus obligaciones dentro de un criterio na-cional
y no de sus propios intereses.
La entidad Y.P.F.B es del Estado, o sea
es el Estado mismo, pero funcionará como si
fuera independiente, con su personería jurídi-ca
y autonomía propia, pudiendo desempeñar
en todo caso las funciones de una compañía
privada, pero siempre al servicio del Estado.
La industrialización de Bolivia tiene
que ser obra del petróleo, y ello sólo puede
42 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 43
23. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
El Primer Directorio de YPFB, de izquierda a derecha:
Jorge Muñoz Reyes, Humberto Vasquez M., Dionisio Foianini, José Lavadenz y Guillermo Mariaca.
hacerse por medio de los Y.P.F.B. que no pre-tendiendo
ganar millones para que favorezcan
al extranjero, puede ir hasta zonas no comer-ciales,
peor que necesitan de su acción directa
con el fin de favorecer así a la República en to-dos
su componentes y no los apetitos de unos
cuantos.
La entidad que acaba de crearse nece-sita
para su desenvolvimiento del apoyo y
concurso de la nacionalidad toda. El gobierno
da y plantea su creación y realización. Soste-nerla
fomentarla y engrandecerla será la obra
de todos los bolivianos. Fe y decisión hay que
poner en su apoyo y tengamos todos, la plena
seguridad de que los Y.P.F.B, serán el baluarte
más fuerte y desinteresado de nuestra libera-ción
y el fundamento más granítico de nues-tro
progreso.
En nuestro rol de periodistas indepen-dientes
y que seguimos con mirada atenta e
imparcial el desarrollo del programa de actos
que actualmente realiza el gobierno socialista,
hemos tenido alguna vez que apuntarle nues-tra
disconformidad con algunas cosas, pero
esta vez aplaudimos sin reservas este paso
que juzgamos trascendental para nuestra vida
republicana.
Consideramos que es una efectividad
real y verdadera de lo que es el socialismo
de Estado, pues constituye un atajo a cierta
industria privada que quiere supeditar a la
nación misma en sus más altos y sagrados
intereses. Llenando una necesidad sentida
de nuestra estructura económica, vienen los
Firmas de Dionisio Foianini y Guiller-mo
Mariaca, en el Acta de la Primera
Sesión del Directorio de YPFB que
se realizó el 31 de diciembre de
1936 a partir de Hrs. 17:00.
Y.P.F.B. a abrir una nueva era en los destinos y
horizontes de la patria”.19
En ese contexto nace Yacimientos Pe-trolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) como
entidad autárquica y con personería jurídica
propia, encargada de explorar, explotar y de-sarrollar
el rubro hidrocarburífero.
Pocos meses después, en mayo de 1937,
el gobierno de Toro emitió la Ley Orgánica de
YPFB, cuyo instrumento legal incluyó las fun-ciones
y privilegios, aspectos largamente an-helados.
Los intereses petroleros del Estado
pasaban a tuición de YPFB, al tiempo que los
yacimientos petrolíferos eran declarados re-serva
fiscal. La nueva empresa debía organizar
19 La Calle, miércoles 30 de diciembre de 1936, página 7
y dirigir la industria petrolera, además de ase-sorar
en la materia a particulares ante las dis-tintas
instancias del Estado.
La petrolera estatal, nació dotada de
plena autonomía en su presupuesto. Podía
realizar importaciones de petróleo y sus deri-vados
con el objetivo de cubrir la demanda del
mercado interno cuando fuese necesario. Del
mismo modo, estaba autorizada a explotar y
comercializar en forma directa o en sociedad,
previa aprobación del gobierno. En cuanto
a las utilidades líquidas, YPFB debía percibir
montos proporcionales a por lo menos el 20
por ciento de las mismas como fondo de in-cremento
y reserva. Su contabilidad debía ser
revisada periódicamente por la Contraloría de
la República.
44 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 45
24. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
La primera Nacionalización
El primer directorio de la estatal YPFB
abordó el tema de la nacionalización de los
hidrocarburos. “El ingeniero Jorge Muñoz Re-yes,
manifestó que había realizado un estudio
completo de todos los antecedentes relativos
a la situación de la Standard Oil Co. y había
llegado a la conclusión de que se imponía la
caducidad de todas las propiedades de esta
compañía, caducidad que debía dictarla el Su-premo
Gobierno y que importaba la pérdida
ipso-juri de todos los bienes de esta compañía
tuviera en el territorio de la República”. 20
La base del futuro Decreto sobre la ca-ducidad
de las concesiones de la Standard Oil,
tiene fundamento jurídico en la cláusula 18
del contrato de 1920 en la que “indicaba que
cualquiera (sic) defraudación de los intereses
fiscales por parte de los capitalistas importaba
para éstos la pérdida de todos sus bienes sin
derecho a indemnización alguna y que como
esa cláusula no había sido expresamente mo-dificada
en el contrato del 22 (del 27 de julio
de 1922), y que estaba plenamente probada la
defraudación de los intereses fiscales por par-te
de la compañía por dos conceptos que son:
exportación clandestina de petróleo sin haber
entregado la participación correspondiente
al Estado y ocultación de estar en el perío-do
de producción para no pagar las patentes
20 Manuscrito del Acta de la Novena Sesión del Directorio de
YPFB, 26 de febrero de 1937
correspondientes a este período, era de ley y
derecho proceder a tal acción”.
La fundamentación para la caducidad de
las concesiones de la Standard Oil fue elabo-rada
por Muñoz por encargo del directorio de
YPFB, documento que fue remitido al “Supre-mo
Gobierno” de la Junta Militar encabezada
por el Coronel David Toro.
En vísperas de la primera nacionaliza-ción
de los hidrocarburos, la décima sesión
del directorio de la estatal petrolera del 12 de
marzo de 1937, acordó por unanimidad pasar
de inmediato un memorándum a conocimien-to
del Presidente de la República y del señor
Ministro de Minas y Petróleo con todas las re-servas
del caso.
La misión fue encomendada a Dionisio
Foianini para que se entreviste con el Coronel
Toro ese mismo día para exponerle la impor-tancia
de una pronta resolución sobre el parti-cular,
ya que, si la Standard Oil llegaba a saber
los detalles contenidos en el mencionado me-morándum
trataría de desvirtuar la acción que
podría tomar el Gobierno.
De acuerdo al documento de Jorge Mu-ñoz
“se comprueba la mala fe de la compañía
al negar en 1927 y 1928 producción alguna
con el fin de no pagar al Estado las patentes
correspondientes al período de explotación
que se le cobraban y no entregar la regalía res-pectiva.
El hecho de eludir el pago de patentes
devengados utilizando medios dolosos es un
La caducidad de las conseciones de la Standad Oil. (El Diario 1937)
caso típico de defraudación consciente. Que
probada que ha sido la defraudación, no cabe
otra cosa que aplicar la sanción correspon-diente,
prescrita en la citada segunda parte
de la clausula 18 del contrato Richmond Le-vering.
El Ejecutivo debe dictar la caducidad
de The Standar Oil Co. of Bolivia y debe tomar
posesión de todos los bienes de la extinguida
compañía en defensa de los intereses del Es-tado
y en cumplimiento de clausula expresa
de un contrato bilateral que es la Ley entre las
partes”.
Si bien, el decreto Ley emitido, el 7 de
junio de 1936, por la administración de David
Toro respetaba las concesiones de la Standard,
a la vez nacionalizaba la comercialización,
transporte y exportación de petróleo y sus de-rivados
en el país. Esta medida dejaba a su vez
en manos de YPFB las responsabilidades de
exploración y explotación, pero sólo en zonas
designadas.
De hecho, el 16 de enero de 1937, otra
medida del presidente Toro, asigna a YPFB la
totalidad del territorio nacional con excepción
de las concesiones de la Standard. Como hu-biese
sido, tras varias reuniones efectuadas
para sopesar la medida y medir sus efectos,
finalmente el 13 de marzo de 1937, el gobier-no
de Toro dictó una Resolución Suprema que
declaraba la caducidad de las concesiones
petroleras de la Standard Oil y la reversión de
todos sus bienes al Estado Boliviano.
“(…) aunque el término no fue utilizado
como tal y tampoco el término confiscación,
sino que el 13 de marzo del mismo año de
1937, se declara la caducidad (por incumpli-miento
de contrato) de las concesiones de la
Standard Oil para que, el 30 de abril sean ad-judicadas
con carácter definitivo a Yacimien-tos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos todos los
bienes, acciones y derechos que pertenecie-ron
a la extinguida Standard Oil Co. of Bolivia”.
21
21 TAHBUB, Marwan, Las Transnacionales no son socias, Pág.
232
46 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 47
25. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
La Resolución Suprema de la nacio-nalización
de los hidrocarburos a la que se
hace referencia señala textualmente:
La Paz, 13 de marzo de 1937
VISTOS: Los obrados del proceso contra The
Standard Oil Co. Of Bolivia por defrauda-ción
de los intereses fiscales; y
CONSIDERANDO: Que por la documenta-ción
presentada por The Standard Oil Co.
Of Bolivia, se comprueba plenamente la
producción de petróleo en los pozos Ber-mejo
en 1925 y 1926 y su exportación del
territorio de la República;
Que en el año 1928 la citada Compañía, al
exigírsele el pago de patentes petroleras
correspondientes al período de explotación,
manifestó en varios escritos no haber pro-ducido
petróleo y más aún no estar en po-sibilidad
de producirlo, siendo así que tenía
evidencia de lo contrario puesto que había
autorizado la exportación de este producto
desde el campamento Bermejo en Bolivia al
de Agua Blanca en la Argentina;
Que ratificó su negativa de haber produci-do
petróleo con el hecho de no entregar las
liquidaciones semestrales a las que estaba
obligada en virtud de su contrato, manifes-tando
más bien, que no había producción y
por tanto no había lugar a presentar ningu-na
liquidación;
Que a base de estas falsas afirmaciones
eludió el pago de patentes y la entrega
de la regalía correspondiente al Estado,
defraudando los intereses fiscales en forma
manifiesta;
Que el contrato suscrito con esta Compañía
en 27 de julio de 1922, no es sino una acla-ración
del contrato anterior sobre el mismo
asunto firmado en 1920 con Richmond Le-vering
and Co., ya que en 1922 no era po-sible
suscribir legalmente un contrato en
contraposición expresa de la Ley Orgánica
de Petróleos de 1921, y que en vista de ello
The Standard Oil Co., explicó que no se tra-taba
de un nuevo, sino de la subrogación
del de Richmond Levering and Co., que era
anterior a la Ley, sin rescindirlo ni dejarlo
sin efecto;
Que en la cláusula décima octava del con-trato
de Richmond Levering and Co., se
estipula que el Gobierno podrá declarar su
caducidad o rescisión administrativamente,
por defraudación de los intereses fiscales;
caducidad que importa para los capitalistas
la pérdida de todos los derechos a los bie-nes
que tuvieran en el país, los que pasan a
propiedad exclusiva del Estado;
Que mientras se define la forma en que el
Estado administrará los campamentos pe-troleros,
pozos y refinerías de The Standard
Oil Co., con todos sus anexos, enseres, útiles
etc, éstos podrán ser manejados por YPFB;
SE RESUELVE: Declárese la caducidad de
todas las propiedades de The Sntandard Oil
Co. of Bolivia, dentro del territorio de la Re-pública,
por defraudación comprobada de
los intereses fiscales.
PETRÓLEO en Bolivia
El primer presidente y fundador de YPFB, Dionisio Foianini y los pioneros de la estatal petrolera, Camiri 1937.
Todos los bienes de la Compañía menciona-da
que se hallaren en territorio boliviano al
tiempo de dictarse la presente Resolución,
pasan a propiedad del Estado.
Hasta que el gobierno lo crea conveniente,
quedará encargada de la administración y
manejo de todos los bienes de la Compañía,
que en virtud de esta caducidad pasan a po-der
del Estado, a la entidad oficial Yacimien-tos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Regístrese, transcríbase a quien correspon-da
y archívese.
Fdo. D. Toro R. a: Ichazo – General Guillen
– E. Finot – F. Campero – Tcnl. Viera G. o
Moscoso – J. Paz C. – L. Añez – Tabera.
Esta Resolución Suprema entró en eje-cución
el 15 de marzo de 1937. “Los señores
Foianini y Muñoz Reyes, dieron cuenta de
que el día anterior a horas quince y media
(sic) se había dado ejecución a la Resolución
Suprema de trece de marzo habiéndose no-tificado
con ella al Gerente de la Standard
Oil Co. of Bolivia y previa acta circunstan-ciada
fueron cerradas las oficinas”. 22
Dos días después fueron reabiertas las
instalaciones de la compañía estadouniden-se
ubicada en la calle Potosí No. 169 de la
ciudad de La Paz. Más tarde, YPFB tomó po-sesión
de los campamentos y refinerías que
poseía la Standard Oil en Sanandita y Camiri
con ayuda de efectivos militares acantona-dos
en la región. Acto seguido comenzó el
derrotero de la estatal del petróleo que a lo
largo de su historia supo sortear los obstá-culos
que los gobiernos de turno y los gol-pes
de Estado le pusieron en su camino.
22 Manuscrito del Acta de la Undécima Sesión del Directorio
de YPFB, 16 de marzo 1937
48 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 49
26. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Documento descargado en www.HidrocarburosBolivia.com
of Bolivia de propiedad fiscal y Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos, constitui-dos
por el Estado mismo, no existe incom-patibilidad
ni inconveniencia alguna en que
aquellos pasen a ser propiedad definitiva de
éstos y que antes bien, así se cumple con el
deber del Fisco de ayudar a dicha entidad
fiscal petrolera:
Por tanto en Consejo de Ministros,
DECRETA: Art. 1º.- Se adjudica, con carácter
definitivo a Yacimientos Petrolíferos Fisca-les
Bolivianos, todos los bienes, acciones y
derechos que pertenecieron a la extinguida
The Standard Oil Co. of Bolivia y que pasa-ron
a propiedad fiscal en virtud de la R.S. de
Art. 2º.- El régimen a seguirse con estos bie-nes,
acciones y derechos adjudicados, será
el mismo que determina la Ley Orgánica
de YPFB en ejercicio de sus actividades en
general y relaciones con el Estado en par-ticular.
El señor Ministro de Estado en el Despacho
de Minas y Petróleo, queda encargado de
la ejecución y cumplimiento del presente
Decreto.
Es dado en el Palacio de Gobierno de La Paz,
a los treinta días del mes de abril de mil no-vecientos
PETRÓLEO en Bolivia
El 30 de abril de 1937 el Presidente
de la Junta Militar de Gobierno, adjudicó a
YPFB todos los bienes, acciones y derechos
de The Standard Oil Co.
Coronel David Toro R.
Presidente de la Junta Militar de Gobierno
CONSIDERANDO: Que el Gobierno de la Re-pública
en cumplimiento de sus deberes y
en ejercicio de sus legítimas atribuciones,
dictó el Decreto de 21 de diciembre de 1936,
creando la entidad Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB).
Que en Resolución Suprema de 13 de marzo
de 1937, al declarar caducas las concesio-nes
de The Standard Oil Co. y de propiedad
fiscal todos los bienes, acciones y derechos
a la citada Compañía, se encomendó su ad-ministración
a Yacimientos Petrolíferos Fis-cales
Bolivianos:
Que dentro del ejercicio de las actividades
inherentes a su propia índole, YPFB tiene
necesidad de los bienes, acciones y dere-chos
de la extinguida Compañía, para su ex-plotación
y comercialización, garantías de
crédito, etc de acuerdo a sus características
de entidad industrial comercial del Fisco:
Que siendo los citados bienes, acciones y de-rechos
de la ya caduca The Standard Oil Co.
13 de marzo de 1937.
treinta y siete años.
YPFB, en sus primeros años, abastecía combustibles al mercado interno en forma manual.
50 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 51
27. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Jhon D. Rockefeller.
Contraofensiva transnacional
Golpeada como pocas veces, la empresa
transnacional planteó una contraofensiva le-gal.
Sus asesores llegaron a la conclusión de
que lo más conveniente para sus intereses era
recurrir a la propia Corte Suprema de Justicia
de Bolivia, acción que inició más de un año
después que el gobierno nacionalista dispu-siera
su salida. Entre tanto, la transnacional
apeló a todas sus influencias, chantajes y so-bornos.
Paralelamente, la Standard Oil desen-cadenó
una campaña de desprestigio inter-nacional
sobre Bolivia, estigmatizando al go-bierno
del coronel David Toro como anárquico,
autoritario y extremista e inculpando al país
de poco serio y no garante de las inversiones
privadas. La intimidación llegó al extremo de
plantear una acción de intervención del De-partamento
de Estado de EE.UU.
Después de insistir y llegar a ofertar “un
arreglo” con el pago de adeudos con alguna
indemnización, la compañía estadounidense
recurrió, un año después de la nacionalización,
a la Corte Suprema de Justicia en demanda de
la nulidad de la Resolución Suprema del 13
de marzo de 1937. El 8 de marzo de 1939, la
máxima instancia de la justicia boliviana decla-ró,
en primera y única instancia, “improceden-te
e inadmisible” las demandas iniciadas.
La Suprema subrayó que la empresa brindó
información falsa sobre los volúmenes produ-cidos
y la calidad del petróleo hallado, además
de una sobredimensión de las inversiones rea-lizadas
con el fin de establecer el precio de la
gasolina en 29 centavos el litro para su venta
al Estado y su renuencia por incrementar la
producción de gasolina de aviación cuando el
Estado boliviano se hallaba en plena guerra,
estableciendo un precio especulativo para los
combustibles requeridos.
La transnacional pidió la revocatoria y
enmienda. El 14 de marzo de 1939, la máxi-ma
instancia de la justicia boliviana emitió un
auto complementario en el que “la sentencia
causa estado e importa cosa juzgada irreversi-ble;
en cuya consecuencia declaró no ha lugar
ni a la revocatoria ni a la enmienda pedidas”.
Durante su estadía en el país, la Standard
Oil realizó varios estudios geológicos de super-ficie,
perforó en 14 estructuras y descubrió
cuatro campos productores: Bermejo, Sanan-dita,
Camiri y Camatindi. Sin embargo, a raíz
de su expulsión, sustrajo toda la información
técnica y operativa de estos campos.
En función a la sentencia que la Stan-dard
Oil manipuló en los estrados judiciales
bolivianos, a principios de enero de 1942 lo-gró
uno de sus principales objetivos; el com-promiso
de Bolivia de reconocer el pago, por
concepto de indemnización de $us 1.750.000,
más $us 250.000 por intereses, según Guiller-mo
Mariaca. Todo bajo la figura de un conve-nio
interinstitucional de compra de planos y
estudios sobre la caduca concesión.
Pese a las protestas en distintas esferas
políticas del país, el mencionado acuerdo fue
aprobado mediante una Resolución Suprema
emitida a fines de ese mismo año, durante el
gobierno del presidente Enrique Peñaranda.
Con esa medida, la Standard Oil logró
anotarse una gran victoria en su historial. Dio
muestras de que aun después de ser expul-sada
de Bolivia tenía suficiente poder para
continuar enriqueciéndose a costa de las ar-cas
nacionales, y al mismo tiempo, expuso la
debilidad y precariedad del Estado boliviano.
La recientemente fundada empresa pe-trolera
boliviana que nació a la vida institucio-nal
hacia fines de 1936, comenzó de cero y se
fue configurando y fortaleciendo, paso a paso,
de la mano de sus ejecutivos pioneros, profe-sionales
de gran compromiso y servicio a los
intereses nacionales.
La administración de YPFB comenzó con
cuatro patriotas (Dionisio Foianini, Jorge Mu-ñoz
Reyes, José Lavadenz y Guillermo Maria-ca),
en una pequeña oficina prestada por el
Ministerio de Minas y Petróleo ubicada en la
calle Yanacocha de la ciudad de La Paz desde
donde, al mes de su fundación, la Junta Militar
encabezada por el coronel David Toro, le asig-nó
Bs 100.000 para cubrir los gastos que de-mandaba
su organización, visualizando su fu-turo
responsablemente. El primer directorio
de YPFB fue legalizado a través de un Decreto
Supremo en mayo de 1937. Para entonces ya
se incorporó Humberto Vasquez Machicado
como secretario general.
El acompañamiento del gobierno de
Toro con la aprobación de la Ley Orgánica de
YPFB del 6 de mayo de 1937 fue fundamental,
dio el respaldo necesario a la estatal petrole-ra
para desarrollar sus específicas actividades.
Ese documento incluía, las funciones y privile-gios
legalmente anhelados.
De este modo, los intereses petrole-ros
del Estado pasaban a tuición de YPFB al
tiempo, que los yacimientos petrolíferos eran
declarados reserva fiscal. La nueva empresa
debía organizar y dirigir la industria petrolera.
Se le autorizó a explotar y comercializar hidro-carburos
en forma directa o en sociedad, pre-via
aprobación gubernamental. En cuanto a
las utilidades líquidas, la estatal debía percibir
montos proporcionales o por lo menos el 20%
de las mismas como fondo de incremento y
reserva. Su contabilidad debía ser revisada
periódicamente por la Contraloría.
En sus inicios, YPFB carecía de capitales
y técnicos en petróleo, el país no disponía de
vías terrestres, empero la demanda interna
de hidrocarburos se incrementaba por el cre-cimiento
de las ciudades y la desmovilización
del ejército de la región del Chaco. El 75% de
sus gastos operativos eran de transporte. El
Departamento Comercial se conformó el 26
de junio de 1939. 23. Luego el departamento
jurídico, entre los primeros.
23 Manuscrito del Acta de la Trigésima Quinta Sesión del Directo-rio
de YPFB, 26 de junio 1939
52 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 53
28. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Los ingenieros Mariaca y Muñoz Reyes
se hicieron cargo de los campos descubiertos
por la Standard Oil y transferidos a la estatal
petrolera. En tanto que el Ing. Guillermo Elder
Bell se encargó del funcionamiento de las refi-nerías
de Sanandita y Camiri.
La producción de petróleo subió a 75 mi-llares
de metros cúbicos (MMC) anuales que
sólo cubrían un 25% del mercado interno. La
producción de Bermejo tenía como destino el
mercado argentino, las refinerías de Camiri y
Sanandita eran rudimentarias y los equipos de
perforación eran obsoletos.
En 1927 la refinería de Sanandita pro-ducía
20.000 litros de gasolina y la planta
de Camiri tenía una similar producción. Tras
la nacionalización de la Standard Oil y con
la intervención del pionero de la industria
petrolera en Bolivia, Elder Bell aumentó su
producción a 600 Barriles por dia (BPD) y Ca-miri
a 1.200 BPD.
El Directorio de la estatal petrolera con-siguió
un préstamo de $us 40 mil destinado a
la compra de materiales de urgencia para las
destilerías, adicionalmente se logró la adjudi-cación
de material de perforación en desuso
de YPF Argentina y consiguió reunir materiales
dispersos de la Standard Oil, incluyendo calde-ras
que se encontraban en el cerro Camatindi.
Según un testimonio de José Lavadenz,
miembro del primer Directorio de YPFB, -que
fue reproducido en la publicación conmemo-rativa
del 25 aniversario de creación de la
estatal petrolera en 1961- “con estos escasos
recursos, se perforó el primer pozo petro-lero
de YPFB, el Sanandita No.6 que dio una
producción inicial de 800 barriles por día.
Vista panorámica de uno de los primeros campamentos petroleros, campo Sanandita.
Los recursos humanos eran escasos, solo algunos técnicos estaban calificados para operar las primeras refinerías como la de Camiri.
Posteriormente, también se perforó un pri-mer
pozo productivo en Camiri y en Bermejo”.
La producción de YPFB en el año 1937 a
1941, osciló entre 123.208, en el primer año
y 234.788, en el último, habiendo superado
el total de la producción de la Standard Oil
durante una década de producción. En sólo
un lustro de actividades de YPFB con 987.309
barriles, superó con creces una década de ac-tividades
de la Standard Oil que sólo obtuvo
685.597 barriles. 24
La década de 1940, YPFB logró, con es-caso
material y equipos obsoletos que dejó
la Standard Oil, triplicar su producción, as-pecto
que no se había logrado antes con la
24 TAHBUB MARWAN, “Las transnacionales no son socias” Por
una política nacional de hidrocarburos. Pág 233
perforación de dos pozos en Sanandita y Ber-mejo,
en la región del Chaco.
Una de las grandes falencias que expe-rimentó
YPFB en sus primeros años fue la ca-rencia
de recursos humanos para operar los
campos que había dejado la Standard Oil, lle-vándose
consigo todos los profesionales y téc-nicos.
La transnacional sólo explotaba siete
pozos en los campos Sanandita, Bermejo, Ca-matindi,
Camiri y había suspendido las tareas
de exploración durante la guerra del Chaco,
trasladando sus equipos a Argentina.
Los responsables de la naciente indus-tria
petrolera estatal, dándose cuenta de
lo delicado y difícil que resultaba el manejo
de una empresa tan compleja y costosa, se
dieron a la tarea de planificar la explotación
racional de los campos descubiertos y de
continuar con las exploraciones iniciadas por
54 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 55
29. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Retrato de los primeros becarios en el pozo B-310 Cañadón Perdido, enviados para capacitación
a Comodoro Rivadavia, Argentina - Junio 1938.
la Standard. Tarea difícil por la falta de ex-periencia
y de técnicos experimentados. Se
comprendió que lo primero que se tenía que
hacer era contratar técnicos extranjeros con
experiencia para continuar los trabajos. De
esta manera, llegaron al país el Dr. Wagner, el
Dr. Schagenwait, el Ing Uterladstater, el Ing.
Alvarez, algunos perforadores y obreros capa-citados
en su mayoría argentinos. 25
El Ing. Alfonso Romero, citado por el Li-bro
de Oro, relata la problemática. “Se com-prendió
asimismo que era necesaria la forma-ción
de elementos técnicos nacionales y YPFB
llamó a un curso en La Paz a más de 80 alum-nos
de todos los departamentos de la Repúbli-ca.
Este curso, que tuvo una duración de seis
meses fue atendido por los ingenieros Gui-llermo
Mariaca, Jorge Muñoz Reyes, Formeri
Gonzales de la Iglesia, Guillermo Nuñez del
25 Libro de oro de YPFB, Página 46
Prado, entre otros y tuvo por objeto la selec-ción
de elementos que deberían seguir cursos
de ingeniería petrolera, geología y química en
universidades del exterior y el resto debería
adquirir experiencia y conocimientos prácti-cos
en el yacimiento Comodoro Rivadavia en
la República Argentina.
El grupo de estudiantes universitarios
estuvo formado por Jorge Aldazosa, Miguel
Angel Roca, Efraín Capriles, Enrique Mariaca,
Hernán Saavedra, Reynaldo Muños Reyes y
Alfonso Romero Loza que fueron enviados a
la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) a seguir cursos de capacitación en in-geniería
petrolera, geología y química.
“El viaje a México fue realizado en barco,
ya que estábamos en vísperas de la Segunda
Guerra Mundial y la aviación era un medio de
transporte muy escaso y demasiado caro en
ese tiempo. El barco en el que navegamos era
inglés, llamado Órbit, que tenía programada
El 18 de marzo de 1938 el presidente, Lázaro Cárdenas, anunció la expropiación de las compañías
petroleras en México.
una escala en La Habana, Cuba, para proseguir
viaje a Europa. De la Habana nos trasladamos
a México, en un barco norteamericano más
pequeño, para encallar en el puerto de Vera-cruz.
Al llegar, el 18 de marzo de 1938, vimos
que México vivía una gran fiesta con fuegos
artificiales en pleno día. El gran festejo se de-bía
a la nacionalización del petróleo, decidida
por el entonces presidente Lázaro Cárdenas”,
cita Guillermo Mariaca en sus memorias.26
Después de algunos años todos estos
elementos regresaron al país y prestaron va-liosos
servicios a YPFB. Ellos constituyeron el
primer contingente de ingenieros petroleros
que operó en territorio boliviano.
26 Nacionalización de los Hidrocarburos en Bolivia, Pag 10
Puede afirmarse que la base que sirvió
a YPFB, para su organización nacional la cons-tituyen
en su debido tiempo estos dos grupos
de técnicos nacionales; los que fueron a Méxi-co
y a Comodoro Rivadavia, Argentina. Fueron
ellos, en conjunto, los que pudieron sostener
las graves crisis que atravesó YPFB en sus pri-mero
tiempos ya que aparte de su indudable
capacidad profesional, supieron infundir una
mística en su trabajo, llevando ella a los nive-les
obreros más bajos y pudiéndose consoli-dar
en esta forma lo que constituye el orgullo
de la nación.27
27 (Historia de la Explotación Petrolera Nacional, Ing Alfonso Ro-mero
Loza Petroleo Boliviano, vol IV Nº 4. La Paz, diciembre
de 1962).
56 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 57
30. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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La misión Bohan
Como efecto directo del arreglo eco-nómico
o indemnización a la Standard Oil de
New Jersey, además de la colaboración que
había prestado Bolivia durante la Segunda
Guerra Mundial con la provisión de estaño a
bajos costos, el presidente estadounidense
Franklin Roosevelt envió, en 1941, una misión
de la Cooperación Comercial Norteamericana
a la cabeza de Marwin Bohan.
El objetivo era relevar un diagnóstico na-cional
y realizar un plan de desarrollo econó-mico
con proyección futura.
La misión Bohan permaneció seis meses
en Bolivia y elaboró un diagnóstico de la situa-ción
económica dirigida a crear las bases de la
industria agropecuaria e integrar el eje de la
nación con carreteras.
“En cuanto a la industria petrolera, los
estadounidenses hicieron un análisis com-pleto
y recomendaron: Incrementar la pro-ducción
de petróleo, a través del desarrollo
de mayor número de campos, especialmente
del campo Camiri; incrementar las reservas hi-drocarburíferas,
a través de la exploración de
nuevas áreas petroleras y construir facilidades
de transporte para el petróleo y sus derivados,
a fin de optimizar costos, disminuir precios
de comercialización en el mercado interno y
viabilizar la exportación de excedentes en con-diciones
favorables para el Estado.
“En lo referente al petróleo resulta asom-brosa
la claridad con la cual los funcionarios
estadounidenses exponen sus intereses en el
crudo boliviano, relacionándolo directamente
con la situación bélica creada por la Segunda
Guerra Mundial. La producción propuesta (de
petróleo) se aproxima mucho al consumo ac-tual
y también al consumo calculado para el
tiempo que después del final de la presente
guerra requiera el rehabilitar las propiedades
estañíferas del Lejano Oriente. Durante este
período no hay posibilidad de rebajar los re-querimientos
bolivianos ya que el uso de los
productos petrolíferos está tan íntimamen-te
relacionado a la producción y transporte
de tales minerales estratégicos como estaño,
tungsteno y antimonio.
Hasta que este plan sea puesto en ope-ración,
la producción continuada de estos
minerales, vitalmente necesarios, depende
enteramente de buques cisternas para fuel
oil y diesel oil y de transportes marítimos
para carbón y gasolina. En la práctica, una vez
que el plan sea puesto en operación, Bolivia
pudiera servir también como una fuente de
emergencia de productos petrolíferos para la
Equipo a vapor que utilizó la empresa en trabajos de exploración.
58 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 59
31. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
Inspección de trabajo en el oleoducto de exportación a la Argentina.
importante zona minera del Norte de Chile…”, señala parte del infor-me
de la misión Bohan.
Merwin Bohan presidió la comisión de técnicos que el gobierno
de EE.UU., -en aplicación de su política de “buena vecindad” con los
países de América Latina y por las necesidades surgidas al calor de la
Segunda Guerra Mundial-, envió a Bolivia en 1941, con el supuesto
de analizar la situación económica del país andino y presentar las
bases de un nuevo programa de cooperación económica entre La Paz
y Washington. Independientemente del esfuerzo para presentarlo
como instrumento del desarrollo de Bolivia, en realidad el Informe
responde más a las propias necesidades de EE.UU. que en plena Se-gunda
Guerra Mundial buscaba satisfacer y resolver sus demandas
mediante una estrategia a desplegarse en países en vías de desarro-llo,
entre ellos Bolivia. En este contexto, cabe señalar que Bolivia era
la principal fuente de estaño en el Hemisferio Occidental además de
disponer de la goma indispensable para el esfuerzo bélico y otras ma-terias
primas imprescindibles para EE.UU. y sus aliados.
Respecto a la estatal YPFB, el Plan Bohan pone a ésta bajo la tui-ción
de la Corporación Boliviana de Fomento (CBF). En sus recomen-daciones,
señala: “Que el plan delineado en la sección previa de este
informe, sea efectuado… con la aprobación previa, sin embargo, de la
Corporación Boliviana de Fomento…”. La CBF estaba bajo control del
Export Import Bank de Estados Unidos más conocido como Eximbank.
De hecho, a partir de su presentación a la parte boliviana en
1942, los sucesivos gobiernos lo aplicaron al pie de la letra, especial-mente
los gobiernos del MNR. Plan, como se verá durante su larga
aplicación, condujo a que Bolivia sea país exportador de materias pri-mas
e importador de manufacturas fabricadas en EE.UU. 28.
Con una visión más práctica sobre los resultados de la aplicación
del Plan Bohan, particularmente en el sector petrolero, el ex Ministro
de Hidrocarburos y presidente de YPFB, Ing Enrique Mariaca, expone:
“Una de las principales medidas que ayudó al potenciamiento de YPFB
fue la aplicación del Plan Bohan, durante la presidencia del Coronel
Gualberto Villarroel”.
Una vez recibidas estas recomendaciones, YPFB intensificó el
trabajo en exploración de reservas, obteniendo importantes créditos,
tanto del Banco Mundial (BM) como del Fondo Monetario Internacio-nal
(FMI), poniendo como garantía las reservas encontradas en cada
descubrimiento.
El Banco Central de Bolivia (BCB) , presidido por los Barones
del Estaño en aquella época, y ante el rumor de una posible nacio-nalización
de las minas, negó a YPFB cualquier préstamo solicitado.
28 “Las transnacionales no son socias”: Por una política nacional De hidrocarburos
Una de las principales
medidas que ayudó
al potenciamiento de
YPFB fue el plan Bohan.
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60 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 61
32. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Era inconcebible para la “rosca minera” que la
riqueza del petróleo sea administrada por el
Estado.
Con el tiempo, YPFB se convirtió en una
empresa generadora de riqueza, con patri-monio
propio y sujeto de créditos internacio-nales
que eran cubiertos con la producción,
comercialización y exportación de petróleo y
sus derivados, llegando al autoabastecimien-to
nacional en 1954. De esta forma, YPFB le
otorgaba a Bolivia su ansiada independencia
económica, bajo un marco totalmente técnico,
libre de politizaciones o partidización del ente
petrolero. 29
En efecto, sobre la base del liberal Plan
Bohan, YPFB elaboró su propio plan de desa-rrollo
de operaciones que consistió en cons-truir
el oleoducto Camiri-Santa Cruz, poner en
pie una refinería en Camiri y perforar 45 pozos
en los tres centros productores de Bolivia.
El plan autorizado y aprobado por Ex-port
Import Bank autorizó la asignación de un
crédito $us 5.500.000 que no llegó a ejecutar-se
plenamente por el golpe de Estado de 1943
que llevó al poder a Gualberto Villarroel. Se
estima que sólo se invirtieron $us 2.000.000
para perforación, no se avanzó en la construc-ción
del oleoducto, ni en la construcción de la
refinería en referencia.
En 1942 se puso de nuevo en produc-ción
el campo Bermejo y con los primeros
desembolsos de este crédito se compraron
dos equipos rotativos accionados a vapor que
se los destinó a este campo. Para su operación,
se contrató a “Tool Pushers” y perforadores
de nacionalidad norteamericana. Más ade-lante,
en 1946, estos equipos se trasladaron a
Camiri y operaron con personal nacional.
29 MARIACA ENRIQUE, Nacionalización de los Hidrocarburos en
Bolivia: Memorias de Don Enrique Mariaca Bilbao, página 9
A fin de obtener créditos de apoyo, se
dispuso la creación de la Corporación Bolivia-na
de Fomento (CBF) con funciones de órgano
de enlace y supervisión con la estatal petrole-ra
nacional.
Después de la muerte del presidente
Germán Busch, el Dr. Foianini dejó la presi-dencia
de YPFB, lo remplazó el Ing. Raúl Zume-lzu.
El general Felipe M. Rivera fue nombrado
Vicepresidente del Directorio y Alcides Molina,
Ricardo Urquidi, Humberto Sañanchez Peña,
León M Loza y Hernán Zuazo, fueron designa-dos
vocales. El Gerente General era Arthuro J.
Machicao. Fue en esa época que los trabaja-dores
de la Standard, Jorge T. Lavadenz y Gui-llermo
Elder Bell ingresaron a trabajar a YPFB.
Posteriormente Guillermo Mariaca fue nom-brado
gerente general, Jorge Lavadenz, geren-te
industrial y José Paz Estenssoro gerente de
perforación. En esta coyuntura, YPFB compra
dos equipos de perforación rotatoria y con
ellos llegó el Ing. Alvarez de nacionalidad ar-gentina,
quien debía enseñar a operarlos.
Germán Rovira, Fadrique Muñoz Reyes y
Eduardo Hinojosa fueron posesionados como
Administradores de los campos Camiri, Sanan-dita
y Bermejo. Igualmente fueron contrata-dos
por YPFB ex trabajadores de la Standard
de Camiri, y Sanandita como Roberto Sinclair,
Amadeo Cuellar, Santiago Rojas, Faustino La-mas,
Juan Mocobono, Tomás Ardunga, Justo
Lopez, Luis Arroyo y Francisco Menacho.
Posteriormente, recién desmovilizado
del Ejército, ingresa a trabajar a la estatal
petrolera, el teniente Luiz Lavadenz, el sub-teniente
José Soruco, sargento Jorge Echazú y
Luis Lopez. En 1944, durante el gobierno Gual-berto
Villarroel fue nombrado como presiden-te
ejecutivo de YPFB, Jorge T. Lavadenz. 30
30 Libro de Oro YPFB, página 62 El crecimiento de la estatal petrolera redundó en un incremento en la capacidad de transporte para garantizar el abastecimiento interno, vía férrea.
62 PETRÓLEO EN BOLIVIA Y LAS PRIMERAS CONCESIONES 63
33. 75 AÑOS DE APORTE AL PAÍS
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Primera imagen institucional
El primer logotipo de Yacimientos Pe-trolíferos
Fiscales Bolivianos fue diseñado por
el Ing. Guillermo Elder Bell y se presentó ofi-cialmente,
en 1943. Su significado original re-presentado
por el clásico rombo y las iniciales
YPFB, están definidas por las siguientes carac-terísticas:
• Los cuatro vértices del rombo significan
la presencia y soberanía de YPFB en los
cuatro puntos cardinales del país.
• El color gris representa la riqueza petro-lera.
• El color rojo representa la sangre derra-mada
por las 50.000 vidas perdidas en la
guerra del Chaco.
• El rombo representa la unión de esfuer-zos
de los trabajadores petroleros al ser-vicio
de nuestra amada Patria.
Edificio YPFB. Calle Bueno esquina Camacho, La Paz 1958.
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Vista de los equipos iniciales instalados en la Refinería de YPFB en Cochabamba que lleva el nombre del ex presidente Gualberto Villarroel.
Cnl. GUALBERTO VILLARROEL
(Expresidente de Bolivia).
Durante su gobierno Yacimientos Petrolí-feros
Fiscales Bolivianos (YPFB) recibió re-cursos
necesarios para el desarrollo de la
infraestructura de hidrocarburos destinada a
impulsar el crecimiento económico nacional.
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