La lógica difusa se utiliza para resolver problemas complejos e inciertos mediante el razonamiento aproximado, imitando la forma en que los humanos toman decisiones. Se ha aplicado en áreas como el control de sistemas, la predicción y el reconocimiento de patrones. Las variables lingüísticas y los conjuntos difusos permiten representar conceptos vagos mediante funciones de membresía y operaciones como la unión, intersección y complemento.