Los árabes llegaron a la península ibérica en el siglo VIII y dominaron gran parte de ella hasta el siglo XV. Dejaron un importante legado cultural y científico, así como monumentos notables como la Alhambra, la Mezquita de Córdoba y la Giralda de Sevilla. Introdujeron nuevos cultivos y técnicas agrícolas que influyeron en la agricultura española.