2. Los Hermanos Grimm es el nombre que utilizamos para referirnos a los escritores
Jacob Grimm (1785) y Wilhelm Grimm (1786). Fueron dos escritores alemanes
célebres por sus cuentos para niños.
3. A los 20 años, Jacob trabajaba
como bibliotecario y Wilhelm como
secretario de biblioteca y más tarde
ambos fueron profesores
universitarios.
No solamente se dedicaron a
recopilar cuentos , sino que su labor
también se extendió a la docencia y
a la investigación lingüística.
4. Fue en 1803, en la Universidad de Marburgo (Hesse, Alemania), donde
conocieron a los escritores románticos Clemens Brentano y Achim von Arnim,
quienes despertaron en ellos el interés por los cuentos tradicionales. Fue
entonces cuando Jacob y Wilhelm comenzaron a recopilar cuentos de la
tradición popular oral alemana. Así, en 1812 y 1815 publican su primera
recopilación de cuentos titulada Cuentos para la infancia y el hogar. Esta
colección fue ampliada en el año 1557 y se conoce con el nombre de Cuentos
de hadas de los Hermanos Grimm.
Esta colección ha contribuido enormemente a difundir cuentos tan conocidos
como Blancanieves, La Cenicienta, Hansel y Gretel, La Bella Durmiente, Juan
sin miedo, Pulgarcita, etc.
En muchas ocasiones, la versión escrita de los Hermanos Grimm ha
desplazado por completo a las versiones orales de la tradición local.
5. Todos los cuentos de los Hermano Grimm que conocemos no fueron
creados por ellos, es decir, inventados por ellos, sino recogidos de la
tradición oral alemana y de otros países. Eran historias que se contaban
de boca en boca, de generación en generación (de padres a hijos). Lo
que hicieron los Hermanos Grimm y otros cuentistas de la época fue
recogerlos por escrito, adornándolos en muchas ocasiones debido a la
presión burguesa. (Como en el caso de Hansel y Gretel, en el que
cambiaron a la madre por una madrastra porque el hecho de abandonar
a los hijos en el bosque no coincidía con la imagen tradicional de madre
de la época).
6. En su origen, los cuentos recopilados por los Hermanos Grimm estaban
caracterizados por su crudo e incivilizado contenido. De hecho su primera
colección de cuentos fue condenada a mediados del S. XIX por maestros,
padres de familia y figuras religiosas en Norteamérica.
Una vez que los Hermanos Grimm descubrieron su nuevo público infantil se
dedicaron a refinar y suavizar sus cuentos. Es así como han llegado a
nosotros.
Desenlaces macabros, sexo, muerte, sangre y violencia eran algunos de los
principales temas de las primeras versiones de los cuentos de los Hermanos
Grimm.
9. Al inicio del cuento, la
reina esta cosiendo
junto a una ventana
de ébano mientras
nieva en el exterior de
palacio. De repente,
se pincha con la aguja
y tres gotas de sangre
caen sobre la nieve.
Ella expresa su deseo
de tener una hija,
blanca como la nieve,
roja como la sangre y
negra como el ébano.
De ahí la imagen de la
joven.
10. -Cuando la madrastra ordena al servidor que lleve a Blancanieves al bosque, le pide que en
prueba de su muerte le traiga sus pulmones y su hígado.
-El cazador le lleva a la reina los pulmones y el hígado de un jabalí. La reina, creyendo que
son de la joven, se los entrega al cocinero de palacio para que se los guise y se los come.
(Canibalismo).
11.
12. -Los enanos le ofrecen a Blancanieves la posibilidad de quedarse en su casa a vivir,
eso sí, a cambio de que ella limpie, cocine y cosa.
13. -La reina, cuando se entera de que Blancanieves no ha muerto, se disfraza de vieja
vendedora de lazos y va a la casa de los enanitos. Blancanieves le abre la puerta, y deja a
la vieja que le pruebe un lazo. Entonces la bruja la asfixia y ella cae desmayada al suelo.
14. -La reina, cuando vuelve a tener conocimiento de que la joven no ha muerto,
fabrica un peine envenenado. Vuelve a repetirse la misma fórmula.
17. -Blancanieves no despierta por un beso del príncipe. El príncipe, que pasaba por allí, ve a
la joven muerta en el ataúd y le pide a los enanitos que se lo vendan, pero ellos se niegan.
Entonces le pide que se lo regalen, pues ya no podrá vivir sin ver a Blancanieves.
18.
19. Los enanitos sienten pena del joven y se lo regalan. Él decide transportarlo hasta
palacio, pero por el camino, los criados que lo transportaban a hombros tropiezan con
una piedra y de la sacudida, salta de la boca de Blancanieves el trozo de manzana que
tenía en la garganta. Así la princesa abrió los ojos y recupera la vida.
20. -A la boda de Blancanieves y el príncipe también es invitada la madrastra de Blancanieves.
Allí, en venganza por haber intentado matar a la joven en cuatro ocasiones, el príncipe le ha
preparado unas zapatillas de hierro puestas al fuego y la obligan a bailar con ellas durante
toda la noche hasta que la joven cae muerta.
25. -Cenicienta es relegada al puesto de criada por su madrastra y hermanastras. Un día, su
padre va a la feria, y pregunta a las chicas que regalo quieren que les traiga. Las
hermanas piden un vestido y un anillo, mientras Cenicienta le pide la primera rama que
encuentre en el camino. El padre trae a cada una de las hijas lo que ha pedido.
Cenicienta coge la rama y corriendo llega hasta el sepulcro de su madre, donde planta la
ramita. Regada por las lágrimas, la rama no tardó en crecer y convertirse en un poderoso
árbol. Allí va Cenicienta a menudo a consolarse. Un pajarillo que iba a descansar a aquel
árbol, le concede todo lo que la joven desea.
26. Cuando reciben la carta en la que
se anuncia que va a celebrarse un
baile en palacio (durante 3 días), la
madrastra le dice a Cenicienta que
irá pero con una condición: debe
recoger un plato de lentejas que
se ha caído entre las cenizas de la
chimenea antes de dos horas. Ella
sale al jardín y pide ayuda a los
pajarillos quienes al oir de
Cenicienta la sentencia: “Las
buenas en el puchero, las malas en
el caldero”, en menos de una hora
lo tenían todo recogido.
27. A pesar de haber realizado el trabajo, la madrastra insiste en que no irá. Ante las súplicas
de Cenicienta, le dice que la dejará ir con una condición: que sea capaz de recoger dos
platos de lentejas de entre las cenizas de la chimenea en menos de una hora. Ella vuelve
a pedir ayuda a los pajarillos del cielo, quienes en menos de media hora habían
completado la tarea. Pero cuando Cenicienta lleva el plato a su madrastra ésta le contestó
que no podía ir al baile, pues no tenía vestido. Y es así como se marchan sin ella.
28. En cuanto se queda sola en casa, corre hasta el sepulcro de su madre y realiza esta
súplica:
Arbolito pequeño,
dame un vestido;
que sea, de oro y plata,
muy bien tejido.
El pájaro le da entonces el vestido y unos zapatos bordados de plata y seda.
29. Cenicienta baila con el príncipe hasta el amanecer. El príncipe quiere acompañarla a
casa, pero ella se despide de él y salta al palomar.
El rey sospecha que aquella joven debe ser Cenicienta, pero cuando van a buscarla a
casa la encuentran en casa sentada ante el fuego con sus sucios vestidos.
30. Al día siguiente la historia se repite:
-Cenicienta va al arbolito y pide el vestido.
-El pajarillo le da uno más hermoso que el anterior.
-Cenicienta va al baile y el príncipe pasa toda la noche con ella.
-Al amanecer se despide del príncipe y salta la tapia del castillo metiéndose en un peral.
-El rey manda derribar el árbol pero no aparece la joven. Sospecha de nuevo que es
Cenicienta y se dirigen a su casa, pero la encuentran de nuevo junto a la chimenea con sus
ropas viejas y ajadas por el tiempo.
31. El esquema se repite por tercera vez consecutiva. En este caso el pajarillo además de
entregarle un vestido mas bonito que el anterior, le entrega unos zapatos de oro. Vuelven a
bailar toda la noche juntos y cuando al amanecer la joven decide marcharse, pierde uno de
los zapatos en las escaleras de palacio, pues el príncipe había mandado untarlas con
pegamento. Es entonces cuando el príncipe decide casarse con la dueña del zapato.
32. Llega el momento de la prueba del
zapato. La primera en hacerlo es la
hermanastra de Cenicienta. El zapato
no le está bien, pues tiene los dedos
demasiado largos. La madrastra,
alargándole un cuchillo, le ordena que
se corte los dedos, pues cuando sea
reina no irá nunca a pie.
La joven se cortó los dedos. El
príncipe, al ver que le sirve el zapato,
la sube a caballo y se dispone a
llevarla a palacio, pero al pasar
delante del árbol se escucha la voz de
dos palomas que comienzan a decir:
No sigas más adelante,
Detente a ver un instante,
Que el zapato es muy pequeño,
Y esa novia no es su dueño.
Entonces se detiene, le mira los pies, y
al ver correr la sangre la lleva a su
casa.
33. Se vuelve a repetir el mismo
esquema con la otra
hermanastra, solo que ésta se
corta el talón porque lo tenía
demasiado grueso.
Entonces llega el turno de
Cenicienta. La madrastra se
niega a que la joven salga, pero
ante la insistencia del príncipe,
accede. La joven se prueba el
zapato y el príncipe al mirarla a
la cara descubre que es ella la
joven a la que ama. La sube en
su caballo y al pasar por
delante del árbol, se escucha la
voz de las palomas que dice:
Sigue, príncipe, sigue adelante,
sin parar ni un solo instante,
pues ya encontraste el dueño,
del zapatito pequeño.
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36.
37.
38. Las palomas se suben a los hombros de Cenicienta. Una al dercho y otra al izquierdo.
El día de la boda, a la que asisten las hermanastras, las palomas les pican en los ojos y
las dejan ciegas para toda la vida.
42. La versión original de la Bella
Durmiente, también muy distinta de la
versión de los hermanos Grimm, y
más aún de la inocencia de la película
de los dibujos animados. En ella no
hay hadas ni grandes príncipes, sino el
cadáver de una joven que tras
pincharse con una astilla envenenada
es abandonada en un bosque, hasta
que un noble la encuentra y no
contento con besarla, abusa de
ella. Nueve meses después da a luz a
dos gemelos, y cuando uno de ellos
intenta desesperadamente cogerse al
pecho, empieza a succionar el dedo
donde estaba alojada al astilla,
devolviéndola a la vida.
48. El verdadero cuento nos
presenta a una madre que
convence al padre en dejar
abandonados a sus hijos en el
bosque para dejarlos morir
por no poder alimentarlos.
57. Los Hermanos Grimm fueron suavizando el contenido de estos cuentos recogidos de la
tradición popular alemana, que originalmente reflejaban la dureza de la vida en la Edad
Media, hasta convertirlos en una obra destinada al público infantil y adecuado al gusto de
la burguesía del siglo XIX.