Este documento rompe con tres mitos comunes sobre tener una terminal de pago con tarjeta: 1) Que el SAT vigila las cuentas bancarias de quienes tienen una terminal, cuando en realidad solo revisan gastos inusualmente altos; 2) Que cobrar comisiones es una pérdida para los comercios, cuando de hecho ayuda a aumentar las ventas; 3) Que se necesita una cuenta empresarial en un banco específico, cuando las terminales móviles solo requieren pagar comisiones sin otros costos fijos.