Los plásticos termoestables incluyen resinas fenólicas, aminas, poliéster y epoxi. Se endurecen de forma permanente mediante un proceso de curado con calor o presión que causa la reticulación de las cadenas poliméricas. Cada tipo tiene propiedades y usos específicos, como resistencia química, mecánica o aislamiento eléctrico. Los plásticos termoestables son más rígidos y resistentes al impacto que los termoplásticos pero también más frágiles.