Los sacramentos son símbolos que tienen su origen en la vida de Jesús y nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida, desde el nacimiento hasta la muerte. Celebran el perdón, la incorporación a la comunidad y la comunión con Dios. Se dividen en tres ramas: de iniciación cristiana, de curación y de servicio. Recuerdan los acontecimientos y acciones de la vida de Jesús.