Los terremotos son causados por la liberación de energía acumulada en la corteza terrestre debido a actividad volcánica y tectónica de placas. Esto puede causar movimiento y ruptura del suelo, así como tsunamis u otros efectos secundarios como incendios o licuefacción del suelo. Ante un terremoto, es importante buscar refugio seguro y alejarse de edificios dañados para evitar lesiones.