8. HUMILDAD
Probablemente no hay nada más chocante que la
personalidad de quienes se vanaglorian constantemente de
sus propios logros, cualidades y posibilidades. Son aquellos
que muestran sofisticada ropa de diseñador, varios
automóviles exóticos, una conversación plagada de términos
rimbombantes derivada de su profunda cultura, una altivez
propia de la dignidad de una familia importante.
La personalidad sencilla en cambio es única, recia, sin
adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un
escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes
y naturales. La sencillez nos enseña a saber quienes somos y
lo que podemos.
9. OBJETIVIDAD
Los seres humanos somos una compleja mezcla de
sentimientos, raciocinio, experiencia y aprendizaje.Todos
estos elementos pueden brindar a una persona
una percepción de la realidad que puede estar equivocada.
Cuando una persona no es objetiva, se centra en las
circunstancias y no en los problemas. Observa las cosas
superficiales, pero no el fondo.
Ser objetivo, exige de nosotros ver los problemas y las
situaciones con un enfoque que equilibre adecuadamente
emoción y razonamiento. Por ello el valor de la objetividad es
tan importante, porque nos permite dar su justo peso a los
acontecimientos y obrar de una forma coherente.
10. SACRIFICI
OEl valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio
mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.
Debemos tener en mente que el sacrificio es un valor muy importante para
superarnos en nuestra vida por la fuerza que imprime en nuestro carácter.
Compromiso, perseverancia, optimismo, superación y servicio, son algunos de los
valores que se perfeccionan a un mismo tiempo, por eso, el sacrificio no es un valor
que sugiere sufrimiento y castigo, sino una fuente de crecimiento personal.
El verdadero valor del sacrificio consiste en sobrellevar algunas situaciones
intentando poner buena cara, sin quejas ni remilgos. El espíritu de sacrificio no se
logra con las buenas intenciones, se desarrolla haciendo pequeños esfuerzos.Todo
aquello que vale la pena requiere de sacrificio, pues querer encontrar caminos fáciles
para todo, sólo existe en la mente de personas con pocas aspiraciones.Quien vive el
valor del sacrificio, va por un camino de constante superación, haciendo el bien en
todo lugar donde se encuentre.