La Revolución de Mayo de 1810 en Buenos Aires depuso al virrey español y estableció la Primera Junta de Gobierno, iniciando el proceso de surgimiento del estado argentino aunque sin declarar la independencia formal de España. En diciembre la Junta Grande reemplazó a la Primera Junta e integró diputados de las provincias, generando conflictos entre saavedristas y morenistas. La formación de la Primera Junta marcó el inicio del primer gobierno patrio en Argentina.