La Revolución de Mayo de 1810 en Argentina sentó las bases para la independencia del país. Un grupo de patriotas iluminados lideraron el movimiento revolucionario debido a varias causas como la invasión napoleónica de España y las ideas de la Revolución Francesa. La semana de mayo culminó con la formación de la Primera Junta que reemplazó a las autoridades coloniales españolas y estableció el primer gobierno patrio en Buenos Aires.