Esparta estaba ubicada al sur de Grecia. La religión ocupaba un lugar importante en Esparta, evidenciado por los numerosos templos y santuarios dedicados a dioses y héroes. Los ciudadanos espartanos eran principalmente soldados, y las mujeres se enfocaban en tener hijos varones. Esparta tenía un sistema político dirigido por dos reyes y los éforos, sin ser una democracia como la de Atenas.