Shafa era la esposa de Mahoma, el profeta del Islam. Después de la muerte de Mahoma, Shafa conoció a Qasim en la mezquita y comenzaron a salir. Aunque al principio Shafa desconfiaba, con el tiempo se enamoraron y decidieron fugarse juntos a otra ciudad para empezar una nueva vida, donde Shafa encontró la felicidad con Qasim y sus tres hijos.