Un ciudadano árabe llamado Mala Afíca vivía en Colombia y recordaba su país natal con tristeza, hasta que conoció a una persona colombiana que lo invitó a imaginar un lugar y persona con la que quisiera estar para olvidar esos malos recuerdos; Mala Afíca imaginó un campo con un lago y se sintió mejor. Esto lo inspiró a convertirse en psicólogo para ayudar a otras personas con sus problemas y enseñarles a solucionarlos.