La unidad habitacional de Marsella diseñada por Le Corbusier en 1952 fue uno de sus primeros proyectos de vivienda social a gran escala. El edificio se compone de 336 apartamentos dispuestos en bloques de hormigón de 11 plantas unidos por galerías cubiertas. El diseño minimalista y funcional pretendía ofrecer viviendas dignas a los trabajadores con pocos recursos de la época.