Con frecuencia, los sobrecostes y las extensiones de plazos de ejecución son producidos por riesgos e incertidumbres relacionadas con las condiciones del subsuelo. El 37% de los sobrecostos (NEDO, UK) y el 70% (National Audit Office, UK) de los retrasos en los proyectos de construcción son debidos a problemas con el terreno. La geotecnia es, por tanto, un factor en toda obra de construcción y una disciplina con mucho margen de mejora para incorporar todo el conjunto de innovaciones que se están produciendo en el sector, en particular, la digitalización. Por otra parte, cuando hablamos de los datos geotécnicos que compone una obra, estos se entregan mediante informes o estudios, los cuales se presentan mayoritariamente en formato papel. Los modelos en 3D, que llegan a construirse a partir de su información, se hacen de forma aislada, ya que el principal problema es que no existe un método fácil de transferir e integrar los datos a un modelo 3D tipo BIM. El CAD nos ayudo a transitar de los planos en papel a dibujos digitales, luego del 2D al 3D. A su vez, BIM (Building Information Modeling) pretende unir y convertir estos modelos más completos y fieles a la realidad incluyendo relaciones entre los elementos que formarán el modelo u otro tipo de datos como las propiedades de los materiales, los consumos energéticos, etc. La ventaja principal que presenta éste respecto el primero, es la capacidad de centralizar toda la información en un único objeto de representación, entre el mismo modelo y la base de datos, con una vinculación permanente. Otra peculiaridad respecto el CAD, son las actualizaciones automáticas sobre el modelo, y los elementos adyacentes, o conectados, manteniendo sus relaciones, aunque se efectúen cambios. Las diferentes dimensiones consolidadas del BIM son, a parte de la representación tridimensional (3D), una base de datos relacionados con la construcción de la obra como los tiempos (4D), los costes (5D), evaluación de sostenibilidad (6D) y el mantenimiento (7D). Hoy en día, se está hablando de añadir una octava (8D) para que incluya la seguridad. No existe, al menos por el momento, una dimensión específica para la geotecnia. De hecho, los modelos en general no se encuentran sostenidos, por así decirlo, en el aire, lo que contrasta con la filosofía de trabajo de BIM. De este nuevo paradigma, nos surge la siguiente cuestión. Si queremos integrar toda la información que rodea una obra en un mismo modelo, ¿no deberíamos implantar también el terreno? No solo estaríamos generando una replica más acorde a la realidad, sino que, además, le estaríamos incrementando el valor. De este modo, con la realización de este trabajo, pretendemos alcanzar el objetivo de analizar la viabilidad de incorporar datos geotécnicos a un proceso constructivo con metodología BIM en la edificación.