La tecnología moderna como Internet nos ayuda a comunicarnos y encontrar información fácilmente, pero también cambia nuestra forma de vida haciéndonos más sedentarios y dependientes de la tecnología. Aunque la tecnología ejercita la mente al darnos más información, dejamos de usar el cuerpo y nos volvemos esclavos de las herramientas tecnológicas que reemplazan cada vez más las formas antiguas de obtener conocimiento.