El documento describe la educación prehispánica de los aztecas. Los aztecas creían que el propósito de la educación era formar la personalidad del individuo a través de enseñarles un oficio y valores como el amor por la familia y el grupo. La educación se impartía primero en el hogar y luego en escuelas como el Tepochcalli para guerreros o el Calmecac para nobles. El aprendizaje se enfocaba en preparar al estudiante para su salvación y vida cotidiana a través de conceptos claros y modelos a imitar
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
Mexico
1. Se le llama México prehispánico al periodo histórico comprendido antes de la llegada de los Españoles al suelo mexicano y su Conquista y el cual incluye el Horizonte Preclásico(20000 A.C. al 20015 A.C.), el Horizonte Clásico (2005 al 9009 A.C.) y el Horizonte Posclásico (9000 al 1521 D.C.).
2. Las civilizaciones prehispánicas estaban formadas por diversos grupos sociales: gobernantes, sacerdotes, jefes militares, comerciantes, guerreros, artesanos, agricultores, etc. También fueron excelentes astrónomos y matemáticos y tenían un alto conocimiento del uso de la Herbología . Creían en más de 200 Dioses siendo los principales el Dios de la Lluvia, el Dios de la Guerra y el Dios de la Sabiduría ( Tláloc , Huitzilopochtli y Quetzalcóatl en Náhuatl ). Atribuían muchos fenómenos naturales a la ira y felicidad de los Dioses y se cree que se les ofrecían sacrificios humanos por temporadas. Úsaban un calendario civil de 365 días ( Xihuitl en Náhuatl) y un calendario Sagrado de 260 días desde el cual se extraían horóscopos y días funéstos ( Tonalpohalli en Náhuatl). En el México prehispánico se construyó, al margen del resto del mundo, una extraordinaria, compleja y rica cultura dominada por la religión y que empíricamente generó una gran diversidad de productos, muchos de ellos para solucionar las necesidades cotidianas de la vida en aquel momento.
3. La educación prehispánica, entre los Aztecas tenía como propósito fundamental, formar la personalidad del individuo, lo cual se expresaba en lengua náhuatl como "in ixtli, in yollotl", "alcanzar el rostro y el corazón". Si bien les enseñaban un oficio, también les infundían el amor por él. En toda actividad se les inculcaba un gran sentido de la familia y del grupo humano. La característica fundamental en la educación de los Aztecas fue que era activa e integral.
4. Los dos principios fundamentales que guiaron la educación en los Aztecas, desde el hogar hasta la escuela eran: el del autocontrol por medio de una serie de privaciones a que debía acostumbrarse el niño y el conocimiento de sí mismo y de lo que debe llegar a ser, inculcado con base en repetidas exhortaciones paternas y de los maestros. (Ver , Los Consejos de los Viejos)
5. Una segunda etapa en el proceso de educación se abría con la entrada del niño a los centros educativos dependiendo de su origen social. La educación especializada más importante se llevaba a cabo en el Tepochcalli (escuela de la gente común) si querían ser guerreros, o en el Calmecac (escuela para niños de familias nobles) si iban a dedicarse al militarismo, las ciencias y las artes .
6. Un aspecto fundamental en la educación de los Aztecas era que todo el aprendizaje tenía una finalidad o razón de ser más trascendente que lo terrenal. El aprendizaje emergía de las creencias de procurar su salvación, o enfrentar con tolerancia su vida cotidiana o que el futuro no los sorprendiera con desgracias. El pensamiento Mágico-religioso estaba presente en todas sus actividades políticas, sociales, morales, religiosas y en su vida cotidiana; la fe estaba cargada de fuerza de voluntad para alcanzar lo que se pretendía, fue una de las grandes fuerzas que tuvieron los Aztecas para expresar en la fantasía sus anhelos de amor o destrucción, de ubicarse en el cosmos, y su esmero por trascender a la muerte. En pocas palabras, la razón de ser del aprendizaje tenia su esencia en algo más profundo y significativo que lo material y esto es lo que se transmitía a los alumnos.
7. Bajo este concepto, los padres y maestros Aztecas partían de que para formar la personalidad, era fundamental que el alumno tuviera seguridad y certidumbre; por ello, a través del cariño y la protección obtenían que el niño adquiriera seguridad; y por medio del pensamiento claro de sus padres y maestros, de ideas precisas y de comprobar que cuando eran puestas en practica, eran verdaderas y funcionaban; los niños adquirían la certidumbre, para lograrlo, sabían que el primer requisito era enseñar conceptos precisos y claros.
8. También sabían que si primero no sembraban en los hijos y alumnos la seguridad del afecto, los padres y maestros no serían escuchados, ni atendidos cuando emplearan la palabra para educarlos. El cariño con el que la mayoría de los padres y maestros daban sus consejos, era garantía para ser obedecidos. Otro aspecto indispensable que los Aztecas tenían claro, para garantizar el éxito era: la congruencia; los padres y maestros tenían muy claro que debían ser modelos del alumno, para que este aprendiera a través de la imitación. Para estimular el deseo de imitación, los padres y maestros hacían las tareas o quehaceres con gusto, para que los alumnos experimentaran cierto goce en ellos. Otra característica importante de su método educativo era que los padres y maestros tenían la paciencia para dejar al aprendiz recorrer todo el camino para su entendimiento
9. Hablaremos de la consepción náhuatl de la persona como "rostro y corazón" es punto clave en la aparición de su concepto de la educación. El siguiente texto recogido por Sahagún, en el que se describe el supremo ideal del "hombre maduro", mostrará mejor que un largo comentario el papel fundamental del "rostro y corazón", dentro del pensamiento náhuatl acerca de la educación: El hombre maduro; Corazón firme como la piedra, Corazón resistente como el tronco de un árbol; Rostro sabio, Dueño de un rostro y un corazón, Hábil y comprensivo. Ser "dueño de un rostro y un corazón": he aquí el rasgo definitivo que caracteriza a un auténtico hombre maduro ( omácic oquichtli ). De no poseer un "rostro y un corazón", tendría entonces que ocultar "su corazón amortajado" y cubrir con una máscara su falta de rostro, como se afirma expresamente en otro texto, hablando de lo que se presupone para llegar a ser un artista. Pero hay algo más. En el texto citado no se dice únicamente que el auténtico hombre maduro "es dueño de un rostro y un corazón", sino que se añade que posee "un rostro sabio" y "un corazón, firme como la piedra". Estos calificativos están presuponiendo, como vamos a ver, que el omácic oquichtli, el hombre maduro, ha recibido el influjo de la educación náhuatl. Ixtlamachiliztli : Acción de dar sabiduría a los rostro ajenos.