El Gato con Botas ayudó al hijo de un molinero a hacerse pasar por el Marqués de Carabás, logrando que el rey lo invitara a su castillo. Luego, el Gato engañó a un gigante para que se convirtiera en un ratón, el cual el Gato se comió. Finalmente, el Gato llevó al rey y a la princesa al "castillo del Marqués", donde el hijo del molinero y la princesa se enamoraron y se casaron.