El documento describe la escuela Prudencia Daza en Valledupar, Colombia, donde el autor asiste. La escuela tiene una buena reputación y consiste en 20 salones de clase, un coliseo, una cafetería, un auditorio y una biblioteca. El autor se siente orgulloso de asistir a esta escuela debido al buen ambiente y al alto rendimiento académico de los estudiantes y profesores.