El autor pasó sus vacaciones visitando Necochea y Mar del Plata. En Necochea, visitó el parque y la playa el primer día, pero el segundo día llovió y hacía frío. Luego viajó a Mar del Plata, donde caminó por la playa y visitó el Parque Camet, que tenía canchas de fútbol. Antes de irse, visitó un museo con una escultura de un lobo marino hecha de envoltorios de alfajores.