El documento discute varios mitos comunes sobre los empresarios. Refuta la idea de que los empresarios "nacen, no se hacen", señalando que muchos no tienen antecedentes familiares empresariales. También rechaza la noción de que solo aquellos que cumplen con ciertos requisitos o trabajan en ciertas industrias pueden considerarse empresarios, argumentando que la perspectiva empresarial es lo que realmente define a un empresario. Además, destaca que aunque el dinero es importante, la mayoría de los empresarios
Los mitos sobre los empresarios y la creación de empresas
1.
2. Igual que en cualquier otro campo de la
acción humana existen una serie de
mitos y concepciones erradas, que
con gran frecuencia salen a relucir
cuando se excusa de no tener la
decisión o de no querer hacer el trabajo
que el proceso empresarial exige o
cuando se quiere desestimularlo o
desprestigiarlo.
3. Esta concepción es muy generalizada e
incluso, con gran frecuencia, los mismos
empresarios plantean un desprecio por los
métodos de análisis formal cuando dicen:
“Yo para mis negocios, no hice nunca un
estudio”. Esta posición de la idea de que el
empresario es un loco, a quien le plantean
o identifica una oportunidad y sin ningún
raciocinio o consideración se lanza y se
pone en riesgo, y peor aún, pretende
ilustrar esta conducta como la que
conduce al éxito.
4. Los empresarios nacen, no
se hacen.
Esta frase ha sido repetida muchas veces
pero no sólo para el caso de los
empresarios, sino también para políticos,
diplomáticos, artistas, gerentes,
deportistas, etcétera, y en todos los casos
se ha demostrado errada.
Existe evidencia clara de que muchos
empresarios no tienen ancestro
empresarial, entendido esto como hijos de
padres empresarios, y muchos de los que
no son empresarios provienen de padres
empresarios.
5. El empresario clásico o puro.
Existe la creencia de que sólo es empresario quien
cumple todos los requisitos que se puedan formular
sobre los procesos empresariales o sobre las
características empresariales, y esto lleva a
posiciones ingenuas como aquella que afirma que
quien no parte de una invención o de alta tecnología
no es empresario. La verdad es que existen
empresarios que cumplen todas las características
del modelo ideal, pero también hay muchas
excepciones. Lo que define a un empresario es su
perspectiva empresarial, y por esos tanto el
empresario rural como el de alta tecnología lo son,
no por la tecnología o mercados que manejan, sino
por su perspectiva empresarial.
6. Todo lo que se necesita es
dinero
Esta es la disculpa más frecuente de quienes no son
empresarios para explicar su falta de creatividad,
decisión e iniciativa. A veces en esta disculpa hasta
el gobierno cae. Una de las habilidades
empresariales, es identificar y conseguir recursos, y
entre ellos recursos financieros. Otro aspecto
suficientemente documentados en investigaciones a
nivel mundial es que, en genera, la mayoría del
dinero que se invierte para empezar una empresa
proviene de ahorros personales, de los familiares y
de los amigos. Incluso muchas veces la abundancia
de dinero más que una ayuda es un perjuicio, pues
no se valoran las decisiones y se cometen grandes
desperdicios económicos.